Capítulo 31: El error de Sofia

186 3 0
                                    

Sofía se despertó con una mezcla de emociones. Había llegado el último día de su condena, el final de un mes lleno de castigos y lecciones que jamás había imaginado experimentar. Por un lado, se sentía aliviada; por fin, recuperaría su antiguo yo, volvería a ser Carlos. Sin embargo, también sentía una tristeza latente. La relación con Jorge había florecido en circunstancias tan inusuales, y ahora, temía perder ese vínculo especial. Sabía que Jorge jamás se sentiría atraído por él si volvía a ser hombre.

A medida que la mañana avanzaba, Sofía trató de mantener la calma. Se preparó para la universidad con la esperanza de que este día transcurriera sin problemas. Mientras se vestía, sintió un nerviosismo creciente. La expectativa de volver a ser hombre era abrumadora, pero la incertidumbre sobre cómo se sentiría después de todo lo vivido la inquietaba aún más.

De repente, la atmósfera cambió. Lucía apareció en la habitación de Sofía con un brillo mágico en sus ojos. Su presencia era tan poderosa y magnética como siempre, pero había algo diferente en su postura, una seriedad que nunca antes había mostrado.

—Buenos días, Sofía —dijo Lucía con una voz firme—. Hoy es tu último día. Quiero saber si realmente has aprendido algo de todo esto.

Sofía, sorprendida por la repentina aparición de Lucía, la miró con desconfianza. No podía ignorar la rabia y la frustración que había acumulado durante todo el mes. Había sido transformada, humillada y castigada de todas las formas posibles, y aunque había aprendido mucho sobre ser mujer, también había sufrido intensamente.

—¿Aprender? —respondió Sofía con un tono amargo—. Me has torturado, Lucía. Me has hecho vivir situaciones que nadie debería pasar. ¿Qué se supone que debía aprender de todo esto? ¿A odiarte más?

Lucía frunció el ceño, sintiendo que la ira de Sofía alimentaba su propia furia interna. Había esperado que este mes transformara el corazón de Carlos, que aprendiera humildad, respeto, y empatía por las mujeres. Pero ahora, al escuchar las palabras de Sofía, Lucía sintió que todo su esfuerzo había sido en vano.

—¡¿Odiarme?! —gritó Lucía, su voz temblando de rabia—. Te di una oportunidad de entender lo que es ser mujer, de vivir con las mismas limitaciones, desafíos y emociones que enfrentamos todos los días. ¡Pero parece que no has aprendido nada!

Sofía se levantó, enfrentando a Lucía con determinación. Estaba cansada de ser manipulada, de ser el juguete de alguien más. Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas, no solo de frustración, sino también de una profunda tristeza.

—¡¿Cómo podría aprender algo cuando todo lo que has hecho es jugar con mi vida?! —exclamó Sofía—. Me quitaste todo, incluso mi identidad. No me diste la oportunidad de elegir. ¡Me convertiste en esto!

Lucía cerró los ojos, respirando profundamente para calmarse, pero las palabras de Sofía resonaban en su mente, encendiendo una chispa de furia que no podía contener. Cuando abrió los ojos de nuevo, su mirada estaba llena de una determinación feroz.

—Está bien, Sofía. Si realmente no has aprendido nada, entonces tengo un último castigo para ti, uno que jamás olvidarás —dijo Lucía, su voz ahora gélida y controlada.

Sofía sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. La energía en la habitación cambió drásticamente, y por un instante, el miedo la invadió completamente. Sabía que Lucía era capaz de cualquier cosa cuando estaba enfurecida, y ahora se arrepentía de haberla provocado.

—Lucía, por favor... —comenzó a decir Sofía, su tono suavizándose, pero ya era demasiado tarde.

Lucía alzó las manos, y una luz brillante emanó de sus palmas. El aire se llenó de una energía palpable, y Sofía sintió cómo el poder de Lucía la envolvía. No sabía qué estaba por venir, pero podía sentir que este último castigo sería diferente a todo lo que había experimentado antes.

—Este es tu último día como Sofía —dijo Lucía con un tono casi susurrante pero cargado de poder—. Pero antes de que termine, aprenderás tu lección. Y te prometo que será una lección que nunca olvidarás.

Y con esas palabras, Lucía desató el hechizo final....

EL CASTIGO DEL INFIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora