Capítulo 28: El Crecimiento de una mujer

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A la mañana siguiente, Sofía y Jorge despertaron con una sensación de alivio. La separación de sus cuerpos fue un alivio, pero no duró mucho. Apenas se incorporaron, Sofía sintió una extraña sensación en su cuerpo.

—Jorge, algo está pasando —dijo Sofía con creciente inquietud.

Antes de que pudiera decir más, el cuerpo de Sofía comenzó a cambiar. Su estómago se contrajo, sus brazos y piernas se encogieron, y su rostro se volvió más juvenil. Sofía estaba transformándose en una bebé.

El proceso fue rápido y doloroso. Sofía, ahora una infante, comenzó a llorar mientras su cuerpo seguía cambiando. Jorge, estupefacto, trató de calmarla mientras la situación se desarrollaba a su alrededor.

—¿Qué está pasando? —preguntó Jorge, con el rostro pálido de preocupación.

Al ver que estaban en medio de la universidad en ese estado, Jorge decidió recoger a Sofía y llevarla a casa. Mientras intentaban adaptarse a la nueva realidad, Sofía continuaba su transformación.

La primera fase fue su niñez. Sofía, ahora una bebé, tenía que ser cuidada por Jorge. Ella balbuceaba y movía sus pequeños brazos y piernas, y Jorge se encontró lidiando con las necesidades de un infante mientras intentaba mantenerse tranquilo.

A medida que el día avanzaba, Sofía pasó a la etapa de la infancia. Su cuerpo creció ligeramente, su rostro se volvió más maduro y sus movimientos se volvieron más coordinados. Jorge tuvo que adaptar su cuidado a las necesidades de una niña pequeña, lo que incluía alimentar y cambiar a Sofía.

La siguiente fase fue la pubertad. Sofía experimentó los cambios físicos asociados con esta etapa. Su cuerpo creció rápidamente, sus pechos comenzaron a formarse y su figura se hizo más adulta. La transición fue marcada por sentimientos confusos y cambios emocionales.

Sofía, ahora en la adolescencia, experimentó los altibajos típicos de esa etapa

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Sofía, ahora en la adolescencia, experimentó los altibajos típicos de esa etapa. A pesar de la incomodidad y la confusión, Jorge continuó apoyándola, ofreciendo consuelo y ayudándola a adaptarse a los cambios físicos y emocionales que estaba atravesando.

Finalmente, Sofía alcanzó su edad actual. Después de pasar por la adolescencia y adaptarse a los cambios hormonales y físicos, su cuerpo volvió a la normalidad. El proceso había sido agotador, pero al menos, la transformación había terminado.

—¡Eso fue increíble! —dijo Sofía, aliviada y exhausta, mientras se miraba en el espejo. Aunque estaba de vuelta en su edad adulta, el cansancio acumulado era evidente en su rostro.

Al final del día, Sofía y Jorge se sintieron aliviados de que el hechizo había terminado, aunque sabían que Lucía aún podría tener más castigos preparados para ellos. Mientras que Sofia sabía que le quedaban tres días para volver a ser hombre
Lo que no sabía Sofia, es que Lucia tenía preparado algo peor

EL CASTIGO DEL INFIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora