Amor en las profundidades

Capítulo 40

La batalla contra la maldición continuaba, y Hades no cesaba en sus esfuerzos por encontrar una manera de romper el hechizo que había caído sobre Hermes y su hijo por nacer.

Mientras tanto, Hermes luchaba valientemente contra el dolor, aferrándose a la esperanza de que la maldición pudiera ser revertida a pesar de su sufrimiento, su determinación no flaqueaba, y su amor por Hades y su hijo por nacer le daban la fuerza para seguir adelante.

Hades, consciente del peligro que enfrentaban, redoblaba sus esfuerzos y buscaba en cada rincón del Inframundo cualquier pista que pudiera conducir a la cura, revisaba antiguos textos y consultaba a los más sabios entre los habitantes del reino, buscando desesperadamente una solución que pudiera salvar a su familia.

Mientras tanto, en el Olimpo, Zeus y los Olímpicos observaban con satisfacción cómo la maldición afectaba a Hermes y al Inframundo, estaban seguros de que su venganza estaba surtiendo efecto y se regocijaban en el sufrimiento de sus enemigos.

Sin embargo, lo que no sabían era que su crueldad solo fortalecía la determinación de Hades y su determinación de proteger a aquellos a quienes amaba, con cada paso que daba en su búsqueda de una cura, Hades se acercaba más a desentrañar el misterio de la maldición y devolver la paz al Inframundo.