Capítulo 14

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A medida que el tiempo pasaba, Hades comenzó a notar los tormentos internos que plagaban a Hermes, observó cómo su amigo luchaba en silencio contra sus propios demonios, atrapado en una espiral de miedo y dolor que amenazaba con consumirlo por completo. 

La angustia de Hermes no pasaba desapercibida para Hades, quien sentía un profundo dolor al verlo sufrir de esa manera, cada lágrima derramada por Hermes resonaba en su propio corazón, despertando una necesidad abrumadora de protegerlo y consolarlo en su momento de necesidad. 

Finalmente, incapaz de soportar más ver a Hermes desolado y afligido, Hades se armó de valentía y decidió dar voz a los sentimientos que había mantenido en silencio durante tanto tiempo. Con el corazón lleno de amor y determinación, se acercó a Hermes con paso firme, dispuesto a confesarle la profundidad de sus emociones.

"Hermes-, comenzó Hades con voz temblorosa pero firme, su mirada fija en la de su amigo. He estado luchando con mis propios sentimientos durante mucho tiempo, pero ya no puedo mantenerlos ocultos. Te amo, más de lo que puedo expresar con palabras."

Las palabras de Hades colmaron el aire con una energía cargada de emociones, dejando al descubierto la verdad que había estado oculta en lo más profundo de su corazón y esperó con el aliento contenido, preguntándose cómo recibiría Hermes su confesión.

Hermes, sorprendido por las palabras de Hades, levantó la mirada hacia él con asombro y esperanza en sus ojos, la revelación de los verdaderos sentimientos de Hades lo dejó sin aliento, llenando su corazón de una emoción abrumadora que apenas podía comprender.

Ante la confesión de Hades, un silencio tenso llenó el aire, dejando a ambos dioses en un estado de expectativa. Hades observó con ansiedad la reacción de Hermes, temiendo haber cruzado un límite al expresar sus sentimientos. Sin embargo, la pregunta de Hermes lo tomó por sorpresa, revelando una vulnerabilidad que lo conmovió profundamente.

Hermes buscó los ojos de Hades con una mezcla de esperanza y temor. "¿Realmente crees que soy digno de amor?", preguntó con voz temblorosa, su corazón latiendo con incertidumbre. "Después de todo lo que he pasado, después de sentirme tan sucio y roto, ¿aún así piensas que merezco ser amado?"

Las palabras de Hermes resonaron en el corazón de Hades, quien sintió una punzada de dolor al escuchar la duda y la autocrítica en la voz de su amigo, sin embargo, estaba decidido a ofrecerle el consuelo y la seguridad que tanto necesitaba.

"Hermes, escucha", comenzó Hades con voz suave pero firme, colocando una mano reconfortante sobre el hombro de su amigo. "No importa lo que haya sucedido en el pasado, no importa las cicatrices que puedas llevar contigo. Para mí, eres digno de amor, más de lo que puedas imaginar. Eres fuerte, valiente y hermoso, y mereces encontrar la felicidad y el amor verdadero".

Hermes inhaló profundamente, dejando que las palabras de Hades se hundieran en su alma aunque aún luchaba con sus propias inseguridades, la sinceridad y el afecto en la voz de Hades le brindaron un rayo de esperanza en medio de la oscuridad.

Sin embargo, la preocupación por su hijo por nacer aún pesaba en el corazón de Hermes. Miró a Hades con seriedad y determinación. "Y mi hijo... ¿Crees que lo cuidarías, a pesar de no ser tu hijo?", preguntó con voz entrecortada, esperando ansiosamente la respuesta de Hades.

Amor en las profundidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora