Capítulo 7

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Mientras Hermes se recuperaba, Hades percibió una energía peculiar emanando del mensajero divino. Era una energía dividida, como si Hermes estuviera canalizando parte de su poder para proteger a su hijo por nacer y la otra parte para defender el equilibrio de los reinos divinos. Esto dejo a Hades impresionado por la fuerza de voluntad y el sacrificio de Hermes, reconoció el amor inquebrantable que Hermes sentía por su hijo y admiró su valentía al enfrentarse a los desafíos que se avecinaban. Hades prometio apoyar a Hermes en su lucha por proteger a su hijo y mantener el equilibrio en los reinos divinos, trabajando codo a codo con el mensajero divino, utilizando sus propios recursos y habilidades para asegurar un futuro seguro y próspero para el niño por nacer y para todos los habitantes de los reinos.

Hades se acercó a Hermes con un gesto de disculpa en su rostro.

"Hermes, lamento profundamente no haber apreciado tu labor y sacrificio", dijo Hades con sinceridad. "Estaba cegado por mi propia arrogancia y no vi la importancia de tu trabajo. Me arrepiento de haber sido tan despectivo contigo".

Hermes, aunque aún débil, asintió con una sonrisa comprensiva. "No guardo rencor, Hades", respondió con amabilidad. "Entiendo que todos cometemos errores. Lo importante es que ahora estamos trabajando juntos para un bien mayor".

En ese momento, Caronte, las Furias y Cerbero se acercaron a Hermes con expresiones de preocupación y afecto en sus rostros. Hermes les sonrió débilmente, agradecido por su lealtad y apoyo inquebrantables.

"Gracias a todos por estar aquí para mí", dijo Hermes con gratitud. "Vuestra amistad y ayuda significan mucho para mí".

Los seres del Inframundo asintieron con determinación, prometiendo continuar apoyando a Hermes en su recuperación y en su lucha por el equilibrio en los reinos divinos.

Amor en las profundidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora