Capítulo 42

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El parto comienza con una tensión palpable en la habitación. Los curanderos advierten a Hades sobre la posibilidad de que el bebé no sobreviva debido al delicado estado de Hermes en coma.

Para sorpresa de todos, Hermes da a luz a cuatrillizos: Angélica, la mayor y más frágil; Penacea, la segunda, robusta y musculosa; Hermafrodito, el tercero, con los dos sexos; y Pan, el cuarto, con rasgos de cabra.

Los curanderos rápidamente se llevan a los bebés para examinarlos y asegurarse de su salud mientras tanto, Hades se queda a solas en la habitación con Hermes, rezando por su pronta recuperación y la de sus recién nacidos.

Rato después, los curanderos informan a Hades de que gracias al escudo protector de Hermes, los bebés están sanos a pesar de la maldición aunque la preocupación seguía presente por el delicado estado de Hermes y su incierto despertar del coma.

Los bebés son traídos de vuelta a la habitación, y Hades los contempla maravillado: Angélica, la mayor, es frágil y delicada, con un aire de inocencia, Penacea, la segunda, es robusta y musculosa, emanando fuerza y determinación, Hermafrodito, el tercero, presenta una dualidad en su ser, con una belleza singular y por último, Pan muestra rasgos de cabra, evocando la naturaleza salvaje. Hades reclama formalmente a los bebés como sus hijos y herederos del Inframundo, sintiendo un amor inmenso y protector hacia ellos. 

Mientras tanto, en el reino, la noticia es recibida con alegría pero también con preocupación por la salud de la reina y la búsqueda del responsable de la maldición comienza para garantizar la seguridad de la familia real.

Amor en las profundidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora