Capítulo 27

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Con el corazón latiendo con fuerza, Hades cargó a Hermes en sus brazos al estilo nupcial y se apresuró hacia los curanderos del Inframundo, la ansiedad se apoderaba de él mientras recorría los pasillos, temiendo lo peor para su amado esposo y su hijo por nacer.

Al llegar a la sala de los curanderos, Hades depositó con cuidado a Hermes en una camilla, sintiendo un nudo en la garganta mientras esperaba noticias sobre su estado y los curanderos se apresuraron a examinar a Hermes, utilizando su habilidad divina para evaluar su condición.

Después de unos momentos de agonizante espera, los curanderos se volvieron hacia Hades con seriedad en sus rostros, explicaron que aunque Hermes estaba vivo, su situación era delicada, el estrés había agravado su ya precaria salud, y el embarazo era de alto riesgo debido a la malnutrición y el poco cuidado que había recibido su cuerpo antes de que Hades interviniera. Sin embargo, gracias al cuidado de Hades, Hermes había logrado mantenerse con vida, al igual que el bebé aunque era probable que Hermes sufriera más contracciones repentinas que pusieran en peligro su vida, el bebé estaba sano y protegido gracias a la barrera de protección que Hermes había erigido a su alrededor.

Hades sintió un alivio abrumador al escuchar las noticias, pero su preocupación por Hermes no disminuyó, con el corazón apretado de angustia, se quedó junto a la camilla de Hermes, sosteniendo su mano con ternura mientras esperaba desesperadamente a que su amado esposo despertara y se recuperara.

El tiempo parecía pasar lentamente mientras Hades esperaba junto a Hermes, rezando en silencio por su pronta recuperación, mientras tanto, en el Inframundo, los seres que habitaban allí observaban con ansiedad, esperando con la esperanza de que Hermes se recuperara y que todo saliera bien para él y su hijo por nacer.

Amor en las profundidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora