Capítulo 6

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En la llegada al Inframundo de Hades quien seguía llevando a Hermes en brazos quien no podía andar y seguía debilitándose y quien había perdido el conocimiento.

Los seres del Inframundo, conmovidos por la situación de Hermes, se unieron a Hades en su esfuerzo por salvar al mensajero divino. Con una determinación renovada, se pusieron manos a la obra, utilizando sus habilidades únicas para ayudar en la curación de Hermes.

Caronte, con su barca en el río Estigia, trajo agua pura de los manantiales subterráneos, mientras que las Furias reunieron hierbas medicinales raras de las profundidades del Inframundo. Cerbero, con su feroz apariencia, demostró ser un cuidadoso protector de Hermes, manteniendo a raya cualquier influencia maligna que pudiera amenazar su recuperación.

Juntos, trabajaron incansablemente, combinando sus esfuerzos y conocimientos para sanar a Hermes. Con cada día que pasaba, la respiración de Hermes se volvía más fuerte, su divinidad se fortalecía y su semblante se iluminaba con un resplandor renovado.

Hades observaba con gratitud y admiración el amor y la dedicación con los que los seres del Inframundo cuidaban a Hermes. Se sintió profundamente conmovido por la muestra de aprecio y lealtad hacia el mensajero divino, y se comprometió a honrar esa bondad en el futuro.

Finalmente, después de días de arduo trabajo y cuidados intensivos, Hermes abrió los ojos, su mirada llena de gratitud y renovada determinación sintiendose más fuerte que nunca, gracias al amor y la ayuda desinteresada de aquellos que lo rodeaban en el Inframundo.

Amor en las profundidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora