Después de salir de la ducha, el aire fresco de tu habitación te envolvió, contrastando con el calor del agua que aún se sentía en tu piel. Te sentías más relajada, pero había una creciente ansiedad que no podías ignorar. Mientras te secabas el cabello, tu mente volvía una y otra vez a la misma pregunta: "¿Qué me pongo?"
Te plantaste frente al armario, mordiéndote el labio mientras deslizabas los dedos por las perchas. "No puedo exagerar... pero tampoco puedo ir demasiado casual," te murmuraste a ti misma, sacando un par de prendas para evaluarlas. "Es solo una cena profesional, ¿verdad?" trataste de convencerte, aunque en el fondo sabías que querías algo más que profesionalidad en este encuentro.
Sacaste una blusa elegante, la sostuviste frente a ti y te miraste en el espejo. "¿Demasiado?" Preguntaste en voz alta, como si alguien más pudiera responderte. Dejaste la blusa a un lado y sacaste una camiseta más simple, pero en cuanto la viste, suspiraste con frustración. "No, esto no es suficiente..."
El tiempo avanzaba, y la presión por elegir algo adecuado crecía. Finalmente, decidiste optar por algo intermedio. Sacaste un pantalón negro liso que sabía que te quedaba bien, ajustándose de manera favorecedora a tus curvas, especialmente en la parte trasera. "Este... es fresco y cómodo," te dijiste, tratando de convencerte. "Pero sin exagerar."
Lo combinaste con una camisa blanca, sencilla pero elegante. "Blanco siempre es una buena elección," pensaste, recordando cómo siempre habías pensado que el blanco era un color versátil, que podía ser tan formal como casual dependiendo de cómo lo llevaras. Sin embargo, la camisa sola te parecía un poco simple, así que tomaste un suéter marrón ligero que podías poner encima. "Esto le da un toque más formal sin que sea demasiado."
Te miraste en el espejo una vez más, girando un poco para ver cómo se ajustaba el conjunto. Satisfecha, aunque todavía con un leve nerviosismo, comenzaste a cepillarte el cabello, probando un par de peinados diferentes. Un moño, una coleta... nada parecía convencerte. Al final, suspiraste y decidiste dejarlo suelto, cayendo de manera natural sobre tus hombros. "Es lo mejor," te dijiste. "Natural, pero arreglado."
Con tu atuendo decidido, te moviste rápidamente por la habitación. Tomaste tu billetera y la guardaste en tu cartera, revisando que tu teléfono, llaves y otros elementos esenciales estuvieran allí. Cuando te sentaste frente al espejo para aplicar un maquillaje sencillo, optaste por mantenerlo discreto: un poco de base, algo de rubor y un toque de brillo en los labios. *Menos es más*, pensaste, recordando los consejos que alguna vez escuchaste sobre la importancia de la naturalidad.
Justo cuando estabas terminando con el maquillaje, tu teléfono vibró en la mesa. Lo miraste y tu corazón dio un pequeño vuelco al ver el nombre de Konig en la pantalla. Con un suspiro nervioso, desbloqueaste el teléfono y leíste el mensaje:
"¿Estás lista?"
Sonreíste, sintiendo cómo el nerviosismo mezclado con emoción te recorría. *Él también debe estar esperando este momento*, pensaste. Sin embargo, la formalidad del mensaje te recordó que esto, después de todo, era un encuentro profesional, por mucho que quisieras que fuera algo más.
Le respondiste rápidamente, intentando mantener la calma:
*"Sí, casi lista. Nos vemos en unos minutos."*
Te levantaste, dándote una última mirada en el espejo. "Lo importante es que esté cómoda conmigo misma," te recordaste, respirando profundamente para calmar los nervios. Con la cartera al hombro, saliste de la habitación, lista para enfrentar lo que la noche pudiera traer.
Saliste de tu habitación, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo revolviéndose en tu estómago. A medida que caminabas por los pasillos silenciosos de la escuela, el eco de tus pasos resonaba en las paredes, acompañando el murmullo de tus pensamientos. Apretaste ligeramente la correa de tu cartera, buscando en ese pequeño gesto una manera de calmar tus nervios. La noche aún era joven, y el aire fresco que se colaba por las ventanas abiertas te daba una extraña sensación de anticipación.
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En el Fuego de la Batalla [König x T/N]
Fiksi PenggemarEn una prestigiosa academia militar, te esfuerzas por destacar a pesar del agotamiento constante. Todo cambia cuando el legendario Coronel Konig, conocido por su valentía y liderazgo en KorTac, llega para dar una conferencia y te encuentra dormida e...