Capitulo 2

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El sol de la mañana se filtraba tímidamente por las cortinas, despertándote de un sueño inquieto. Al intentar moverte, un dolor agudo recorrió todo tu cuerpo, recordándote el entrenamiento extenuante del día anterior con König. Cada músculo protestaba y, a pesar de tus esfuerzos, te resultaba difícil incluso girarte en la cama.

Mientras yacías allí, el dolor físico se mezclaba con una sensación de logro y satisfacción. Cerraste los ojos, dejando que los recuerdos del día anterior inundaran tu mente.

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Flashback:

El sol ya se había ocultado cuando König finalmente decidió poner fin al entrenamiento. Ambos estaban empapados en sudor, respirando con dificultad después de horas de ejercicios intensos y tácticas avanzadas. König te observó con una mezcla de admiración y satisfacción. "Buen trabajo hoy," dijo, su voz profunda resonando en la quietud de la noche. "Tienes mucho potencial, pero esto es solo el comienzo."

Le agradeciste, todavía jadeando, intentando recuperar el aliento. Mientras él te ayudaba a levantarte del suelo, notaste una chispa de respeto en sus ojos. "Aquí," dijo, extendiéndote un pequeño papel doblado. "Es mi número. Si necesitas algo, cualquier cosa, no dudes en llamarme."

Tomaste el papel, sintiendo una mezcla de sorpresa y gratitud. "Gracias, coronel. Lo aprecio mucho."

König asintió y, por un momento, su expresión se suavizó. "Descansa bien. Nos vemos mañana." Con una última mirada significativa, se dio la vuelta y se alejó, su figura imponente desvaneciéndose en la oscuridad.

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Abriendo los ojos de nuevo, sentiste una punzada de emoción mezclada con dolor. Con esfuerzo, te incorporaste en la cama y sacaste el papel con el número de König del bolsillo de tu uniforme. Tu mente se llenó de dudas y preguntas. ¿Por qué tú? ¿Qué significaba realmente ese gesto?

Desesperada por una conexión, agarraste tu teléfono y te apresuraste a marcar el número de König. Mientras el teléfono sonaba, cada segundo se sintió como una eternidad. Justo cuando estabas a punto de colgar, la llamada se conectó.

"¿Hola?" La voz de König sonaba más suave, pero aún firme y segura.

"Hola, soy yo," dijiste, tratando de controlar la emoción en tu voz. "Quería agradecerte de nuevo por el entrenamiento de ayer. Fue... intenso."

"Sabía que llamarías," respondió König, y podías casi escuchar una sonrisa en su voz. "¿Cómo te sientes?"

"Adolorida," admitiste, riendo suavemente a pesar del dolor. "Pero lista para más."

"Me alegra escuchar eso," dijo König. "Recuerda, el dolor es temporal. Lo que logras con él es lo que perdura. Descansa hoy y recupera fuerzas. Te espero mañana para otra sesión."

Después de colgar, dejaste el teléfono a un lado y te recostaste nuevamente, sintiendo una mezcla de alivio y anticipación. Decidiste revisar tus mensajes y, para tu sorpresa, encontraste uno nuevo de König.

"Espero que te estés recuperando bien. Si necesitas algo hoy, no dudes en llamarme. - König"

Sonreíste, sintiendo una calidez que mitigaba el dolor físico. Respondiste rápidamente, agradeciéndole y asegurándole que te recuperarías pronto. Mientras guardabas el teléfono, sentiste una renovada determinación. El camino por delante sería duro, pero con Konig a tu lado, sabías que podrías enfrentarlo todo

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El bullicio de la cafetería de la academia militar llenaba el aire con una mezcla de risas, conversaciones animadas y el sonido de cubiertos chocando contra platos. El aroma del café y la comida recién preparada se mezclaba, creando un ambiente acogedor a pesar del rigor de la vida militar.

En el Fuego de la Batalla [König x T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora