Capitulo 21

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KÖNIG

Estaba en mi oficina, revisando uno a uno los documentos que tenía frente a mí. El sonido del bolígrafo al firmar aprobaciones se mezclaba con el leve zumbido del ventilador en el techo. Eran semanas de arduo entrenamiento, semanas donde había observado cada movimiento, cada decisión. Te estabas volviendo más fuerte, más decidida, y aunque todavía dudaba, sabía que estabas cerca de estar lista para entrar en KorTac. No podía evitar sentir una mezcla de orgullo y nerviosismo por lo que eso significaba.

Justo cuando me disponía a firmar el último documento, mi teléfono sonó. La pantalla iluminada mostraba el nombre de un superior. Lo contesté de inmediato, manteniendo mi tono formal.

"König," saludé, escuchando la voz firme al otro lado.

"¿Tienes ya los reclutas que necesitamos?" preguntó sin rodeos. Sabía que la decisión era inminente y que no podía titubear más.

Miré los documentos en mi escritorio, los nombres de los candidatos ya seleccionados. Sabía que entre ellos estaba el tuyo, y aunque todavía quedaba una parte de mí que dudaba, no podía negar lo que habías demostrado durante estas semanas. "Sí," respondí con firmeza. "Ya los tengo seleccionados."

La conversación fue breve. Cuando colgué, solté un leve suspiro, dejando que mi cuerpo se relajara en la silla. Me estiré hacia atrás, dejando que los músculos tensos se aflojaran mientras la silla crujía bajo mi peso. Sabía que estabas lista, pero aún no podía quitarme de encima esa ligera sensación de incertidumbre. Me preguntaba si habías sentido lo mismo, si sentías que este momento se acercaba y lo que significaba para ambos.

Mientras miraba la pantalla de mi teléfono, decidí enviarte un mensaje. "Necesito hablar contigo. Es importante." Escribí las palabras con rapidez, pero antes de pulsar "enviar", mis manos temblaron ligeramente, un reflejo de la ansiedad que había intentado mantener a raya. Este no era solo un mensaje de trabajo; había algo más que quería decirte, algo que iba más allá de lo profesional.

Me quedé mirando la pantalla durante unos segundos, dudando. Había intentado mantener las cosas estrictamente profesionales, pero esas barreras que había construido a lo largo de tantos años comenzaban a desmoronarse. Había pasado semanas viéndote progresar, semanas luchando contra el impulso de acercarme más de lo debido. Pero ahora, sentía que la situación había llegado a un punto crítico. Quería hablar contigo, pero también quería algo más.

Respiré hondo y, antes de que pudiera arrepentirme, escribí otro mensaje: "Me preguntaba si te gustaría cenar conmigo esta noche. Tengo algo importante que contarte." Las palabras parecían más pesadas de lo que deberían, pero las envié de todos modos, sin darme tiempo para retractarme.

Cuando finalmente envié el mensaje, solté el teléfono sobre el escritorio y me quedé mirando mis manos. Aún temblaban, aunque esta vez era una mezcla de ansiedad y una emoción más profunda que no quería admitir. Mientras esperaba tu respuesta, me di cuenta de que esto no era solo sobre tu lugar en KorTac. Había algo más en juego, algo que me aterraba tanto como me emocionaba. Sabía que esa cena sería más que una simple conversación sobre trabajo, y aunque no estaba seguro de cómo reaccionarías, ya no podía seguir reprimiendo lo que sentía.

Me recliné en la silla, dejando que la expectativa y la incertidumbre se asentaran en mi mente, mientras mis ojos permanecían fijos en la pantalla, esperando una respuesta que sabía que cambiaría las cosas para siempre.

_____

Estaba en la cafetería con Mateo, las luces cálidas y el murmullo de conversaciones a nuestro alrededor creaban una atmósfera relajada. Hacía semanas que no me sentía tan tranquila, después de entrenamientos agotadores, era como un respiro. Charlábamos de todo un poco, sobre las clases, lo difícil que se habían vuelto las últimas semanas y lo mucho que necesitaba un momento como este para desconectar.

En el Fuego de la Batalla [König x T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora