CAP-23:[ LIMERENCIA 2]

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ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS QUE PUEDEN DAÑAR LA SENSIBILIDAD DEL LECTOR (+21)

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ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS QUE PUEDEN DAÑAR LA SENSIBILIDAD DEL LECTOR (+21)

ANGELINE CASTLE

Sentía el pulso a mil por horas, la sangre recorría mis venas tan rápido que podía sentir el bajón desde mi cerebro hasta el corazón. Me faltaba el aire horrible, todo se empezó a mover a mi alrededor, mi boca estaba seca, mis ojos estaban derramando lagrimas al escuchar el impacto de los golpes entre Maximus y Eros. Cerré los ojos pero la pelea, los gruñidos, cada quejido e incluso el sonido de los grillos en la isla retumbaron en mi cabeza. Sentía que me iba a desmayar pero entonces vi el arma en el suelo, al levantar la mirada noté a Eros sobre Maximus fusilándolo a puñetazos llenos de irá, cada vez lo golpeaba mas fuerte, uno mas fuerte que el anterior y la sangre se mezclaba con el sudor por el esfuerzo que hacían al pelear.

Tomé el arma por inercia, no tenía control de mis acciones como cuando golpeé a Melantha. Las manos me temblaban pero no podían quedarse quietas, los gemidos de dolor de Maximus me invadieron y mi mente quería salvarlo pero no podía matar a mi hijo. 

Traté de ignorar las voces de mi cabeza que decían que salvará a Maximus, las voces que me decían que no podía vivir sin él. Luche con la voz que me obligaba a obedecerlo, la voz que anhelaba sus golpes, sus maltratos y su dureza. 

Apunté el arma, le quité el seguro y los ojos grisáceos de Eros se fijaron en los míos. 

-No disparen-ordeno al ver a su gente apuntandome- Es mi madre.

-Mátalo- grita Maximus- Te ordenó que dispares Angeline.

Cierro los ojos tratando de desobedecer las palabras de Maximus, el instinto es tan fuerte que me duele el cuerpo y me quema la piel resistirme a sus ordenes pero no podía permitir que ganará.

-Perdón, pero no puedo dejar que lo mates- se escucha un grito agudo, Eros dirige su mirada hacia Melantha quien se desvanece en el suelo con sangre fluyendo en sus piernas. Mi mente despierta, algo hizo clic en mi mente al ver a la pobre chica que hasta ahora había soportado tanto caer desvalida ante la idea de perder su embarazo. Todo mi pasado me golpea, desde mi juventud donde era dominada por mis sueños, recuerdo el día en que conocí a Carlo, la felicidad breve pero inmensa que sentí con solo mirarlo. El primer llanto de mi hijo recién nacido, esos 3 días que los cargué y le di mi amor. Incluso recuerdo las incontables veces que Maximus abuso de mi como un animal, sus golpes para doblegarme, como me inyectaba para mantenerme sumisa o esos malditos electrodos en mi cabeza dándome descargas eléctricas mientras susurraba en mi oído que era suya y debía obedecerlo siempre. 

+Eso fue suficiente para finalmente despertar. +

Reafirmo el agarre sobre el arma, apuntó a mi objetivo y disparó.

LA PROMESA [EL AMOR O LA VENGANZA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora