LA PROMESA [EL AMOR O LA VENGANZA]

CAP-26:[CRAZY TIME(+21]

ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS QUE PUEDEN DAÑAR LA SENSIBILIDAD DEL LECTOR (+21)

MELANTHA TERRANOVA

La maternidad estaba siendo difícil, queríamos darles una educación basada en el amor sin embargo no podíamos cambiar el destino que les esperaba. En cuanto nacieron Eros doblego la seguridad en la casa, a pesar de que esta alejada de casi todo incluso de Italia y Rusia. Hemos hecho todo por protegerlos pero se que no podremos hacerlo por siempre. Aunque estoy segura que sabrán defenderse por sí solos, Alessia es bastante suspicaz y elocuente y Alessandro tiene un carácter especial. Tiene cuatro años y se la pasa peleando con Eros por que ambos tienen una forma de ser bastante explosiva en la mayoría de ocasiones mientras que la niña los manipula a los dos.

Eros salió de viaje por unos asuntos, hace un tiempo que no me involucró por que me preocupa mas proteger a mis hijos.

-Mami- suena la dulce voz manipuladora de esos ojitos grises- ¿Nos lees un cuento?- la tomó en brazos y tocó su naricita- Papá siempre nos cuenta como se enamora de ti.

-¿Enserio?- la llevo hasta su cama, la recuesto y la acobijo- ¿Y que te ha contado tu papá?

-Papá dice que tu eres la mujer mas bonita que conoció- suelta con una enorme sonrisa el ojitos de dulce subiéndose en la cama de su hermana- Siempre dice que se enamoro de ti al verte en la playa.

-Si mami- asiente sonriente Alessia

-Vale, en ese caso les contaré una historia muy bonita- se acomodan en la cama cerca de mi regazo- Erase una vez una hermosa y valiente princesa que conoció a un guapo y apuesto príncipe en la orilla del mar....

Luego de una larga historia se quedaron dormidos profundamente, estaba en la puerta mirándolos dormir, lucen tan tiernos, tan frágiles e inocentes. Demasiada inocencia inmersa en un mundo lleno de maldad, perversión y locura.

Cerré la puerta, me asomé por el pasamano de las gradas y vi las relucientes luces de los anillos de mi esposo. Pensar que tenemos 5 años juntos y aun me late el corazón como si fuera la primera vez.

Lo vi ir a su despacho en casa, bajé y fui tras él. Lo vi acomodarse en el sillón mientras cerraba los ojos, me acerque y besé su mejilla.

-Pensé que estabas dormida- me senté a su lado.

-A penas logré que se durmiera el par que tuvimos- se acercó y beso la punta de nariz- ¿Estas bien?.

-Si, solo estoy cansado

-Los niños mencionaron que siempre les cuentas la historia de como te enamoraste de mi y si me la cuentas a mi- subo mis piernas a su regazo, siento sus manos sobre mis piernas masajeando suavemente como el roce de una pluma, su mirada fija en la mía mientras soltaba una ligera sonrisa.