Un baile sin ella

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La noche estaba en pleno apogeo en el salón de baile, con la élite de Londres reunida para otra velada de elegancia y ostentación. Anthony Bridgerton estaba presente, acompañado de sus hermanos y de la familia Sharma. El ambiente estaba cargado de rumores, especialmente tras la columna de Lady Whistledown que había agitado las aguas de la sociedad.

Anthony, bailando con Edwina, no podía evitar distraerse. Sus pensamientos volvían una y otra vez a la noche anterior y a Cassandra, recordando el momento en el que ella se había refugiado en el balcón. Aunque ella no estaba presente en el baile esta noche, la inquietud que sentía por ella persistía, incluso cuando su mente intentaba concentrarse en Edwina.

Edwina, siempre observadora, notó su distracción. Aprovechó un momento en el que la música se suavizó para preguntarle directamente:

—Anthony, —dijo con cautela—, ¿puedo preguntarte algo?

Anthony, fingiendo estar completamente presente en la conversación, le ofreció una sonrisa cálida.

—Por supuesto, Edwina. ¿Qué te preocupa?

—Es sobre la columna de Lady Whistledown. Mencionó algo entre tú y Cassandra Ravenwood... —Su tono era inseguro, pero la preocupación en sus ojos era clara—. Eso... me ha dejado pensativa.

Anthony sintió el peso de la pregunta y, con una dulzura calculada, respondió.

—No tienes de qué preocuparte. Entre Cassandra y yo jamás habrá nada. Solo somos dos personas que a veces parecen estar en desacuerdo, eso es todo. Whistledown ha exagerado la situación, como suele hacerlo.

Edwina asintió, aparentemente más tranquila tras sus palabras, aunque aún parecía algo inquieta.

—Entiendo. —Una pequeña sonrisa asomó en sus labios—. Me alegra escucharlo, aunque a veces las apariencias pueden ser engañosas.

Anthony le devolvió la sonrisa, esperando que eso bastara para calmar cualquier duda. Sin embargo, su mente seguía preocupada, pero no por Edwina.

Después de finalizar su baile, Anthony se apartó de la pista para buscar algo de compañía masculin. Entonces encontró a los Ravenwood mayores. Los hermanos de Cassandra, excepto Edward, estaban reunidos en un rincón del salón, fumando puros y riendo entre ellos, como típicos caballeros londinenses. Al ver a Anthony acercarse, lo recibieron con sonrisas y un aire de camaradería.

—¡Bridgerton! —exclamó uno de los hermanos Ravenwood, extendiéndole la mano—. ¡Qué gusto verte! ¿Cómo va la noche?

—Muy bien, gracias —respondió Anthony con una sonrisa mientras tomaba un puro que le ofrecieron y se unía al grupo—. Aunque no he visto a su hermana esta noche. ¿Se encuentra bien?

—Ah, Cassandra... —respondió otro de los hermanos, con una sonrisa irónica—. Está en casa, se sentía mal. Ya sabes cómo es, siempre tan frágil.

Las risas que siguieron a este comentario hicieron que Anthony frunciera el ceño por dentro, aunque mantuvo una expresión amigable en el exterior.

—Sí, ha tenido unos días difíciles, me imagino —respondió diplomáticamente, aunque sentía un nudo en el estómago al pensar en lo que realmente podría estar pasando con ella.

Uno de los hermanos Ravenwood, riendo entre dientes, le dio un codazo amistoso a Anthony.

—Entonces, ¿es cierto lo que dice Lady Whistledown? ¿Hay algo más entre tú y nuestra impertinente hermanita? ¡Vamos, Bridgerton, sé sincero!

La risa y el tono machista de la conversación eran evidentes. Anthony, sin querer causar una escena, respondió con una sonrisa irónica.

—No hay nada de eso. Cassandra y yo simplemente tenemos nuestras diferencias, como cualquiera. Solo que... en el último baile, decidimos dejarlas atrás por un momento.

Solo una Ravenwood (Anthony Bridgerton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora