Cassandra estaba en su habitación, absorta en sus pensamientos, cuando Lucy entró corriendo, agitada, con una carta en la mano.
—Mi lady, esto... esto acaba de llegar. —Lucy miró a ambos lados, cerrando la puerta tras de sí apresuradamente—. No he querido que su padre la viera.
Cassandra frunció el ceño, tomando la carta. No había remitente. Lo abrió con cautela, y sus ojos se agrandaron a medida que leía. El calor subió por su cuello y mejillas al avanzar por las líneas apasionadas y explícitas.
"Desde aquella noche en los establos y la locura que desatamos en la casa de Lady Danbury, no he podido sacarte de mi cabeza. La sensación de tu piel contra la mía, el sonido de tus suspiros, todo se ha convertido en una obsesión. Lo que daría por tener una noche completa contigo, en la que no tuviéramos que escondernos ni reprimirnos..."
Cassandra tragó saliva, su corazón acelerado, pero siguió leyendo.
"Pero esto no es solo deseo. Me aterra admitirlo, pero me estoy enamorando de ti. No puedo dejar de pensar en ti, y eso me asusta porque sé que todo esto es imposible. Ojalá todo fuera diferente, Cassandra. Pero mientras tanto, solo puedo evitarte en público y soñar con la próxima vez que volvamos a vernos."
Cassandra apretó la carta entre sus dedos, sin saber cómo sentirse. Por un lado, las palabras de Anthony despertaban en ella la misma pasión incontrolable que había sentido las veces que estuvieron juntos. Pero por otro, la situación la llenaba de frustración y confusión.
Cada palabra parecía pulsar con la intensidad de sus últimos encuentros, pero también revelaba una vulnerabilidad que no había esperado. Cerró la carta rápidamente, escuchando pasos afuera de la puerta.
—¡Lucy! —susurró, haciéndole señas para que se acercara. La doncella entró rápidamente, con los ojos muy abiertos y llenos de curiosidad—. Cierra la puerta.
Lucy obedeció, su emoción casi palpable. Se volvió hacia Cassandra, esperando alguna señal para comenzar a preguntar.
—¿Qué dice? ¿Es lo que creo que es? —le preguntó, sus ojos brillando.
Cassandra intentó mantenerse serena, doblando la carta con cuidado.
—No es nada. Solo... una tontería —murmuró, evitando la mirada insistente de su doncella.
Pero Lucy no se rendía tan fácilmente.
—¡Oh, vamos, mi lady! ¡No puede ser una tontería si ha logrado que te pongas así! —dijo, señalando el rubor en las mejillas de Cassandra. Se inclinó hacia adelante con un brillo conspirador en los ojos—. ¿Es de él? ¿Del señor Bridgerton?
Cassandra cerró los ojos un momento, intentando calmarse. Sabía que Lucy no la dejaría en paz hasta que le diera al menos un pequeño detalle.
—Es... —empezó a decir, tomando aire—. Es una carta bastante... intensa. Muy directa.
Lucy soltó un pequeño grito ahogado, cubriéndose la boca con las manos. Se inclinó hacia adelante, claramente emocionada.
—¡¿Qué te ha dicho?! ¡Vamos, no me dejes en suspense!
Cassandra no pudo evitar una pequeña sonrisa, aunque trató de mantenerse firme.
—Te aseguro que no es nada que debas saber, Lucy —respondió, intentando sonar severa. Pero la doncella simplemente la miró con ojos suplicantes, como una niña pequeña esperando escuchar un cuento antes de dormir.
—¡Por favor! —rogó—. Solo un detalle... ¡Nunca he vivido algo así! Déjame al menos imaginarlo.
Finalmente, Cassandra suspiró, resignada.
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Solo una Ravenwood (Anthony Bridgerton)
FanfictionAnthony Bridgerton y Cassandra Ravenwood han sido enemigos desde la infancia, pero sus familias conspiran para unirlos en matrimonio. Entre el odio y la atracción, ambos luchan por resistir un destino que podría cambiar sus vidas para siempre.