Todos comenzaron a despedirse después del té. Lady Danbury, siempre elegante y astuta, se despidió con su usual aire de misterio, mientras los Ravenwood también se preparaban para marcharse. Los hermanos Bridgerton intercambiaban bromas y comentarios discretos, pero la verdadera atención estaba en Anthony y Cassandra, quienes parecían estar envueltos en su propio pequeño juego.
Cassandra intentaba mantener su expresión fría y distante mientras los demás se dispersaban. Sabía que debía actuar como si nada hubiera sucedido entre ella y Anthony, pero su corazón latía con fuerza bajo su fachada. Justo cuando estaba a punto de seguir a sus hermanos, Anthony hizo algo inesperado.
Dejó caer un pañuelo a propósito, justo frente a ella. Cassandra se inclinó para recogerlo, y en ese breve momento, sintió la presencia de Anthony mucho más cerca de lo necesario.
—Esta noche —susurró él en su oído, con una voz apenas audible pero cargada de intención—. En los establos de tu casa.
El corazón de Cassandra dio un vuelco. La emoción, la anticipación y el nerviosismo la asaltaron al mismo tiempo. Forzó una sonrisa mientras se enderezaba y le devolvía el pañuelo, sus ojos intentando mantener la indiferencia.
—Qué torpe, Lord Bridgerton —dijo en un tono frío, pero la chispa en su mirada lo decía todo.
Anthony, sin dejar de sonreír, se acercó un poco más. Su voz era baja, pero llena de deseo reprimido.
—Cómo me gustaría besarte ahora mismo.
Cassandra se quedó paralizada por un instante, la respiración atrapada en su garganta, pero justo entonces, un carraspeo interrumpió el momento.
—Cassandra, tus hermanos ya se han ido —dijo Violet Bridgerton desde la distancia, observando la escena con una ceja levantada.
Cassandra se recompuso rápidamente, dando un paso atrás de Anthony mientras le dirigía una mirada tranquila a Lady Bridgerton.
—Oh, lo siento, Lady Bridgerton. No me había dado cuenta —respondió con una sonrisa cortés, pero su mente seguía en la invitación secreta de Anthony.
Edwina, que había estado observando desde un rincón, no pudo evitar notar la tensión entre ellos. Su mirada se oscureció de rabia y confusión mientras intentaba procesar lo que acababa de presenciar. Algo no cuadraba, y cada vez le resultaba más difícil ignorar la extraña conexión entre Cassandra y Anthony.
—Hasta luego, Lady Cassandra —dijo Anthony en voz alta, fingiendo desdén para mantener las apariencias, pero su mirada decía todo lo contrario.
—Hasta luego, Lord Bridgerton —respondió Cassandra con la misma frialdad, aunque su corazón seguía latiendo desbocado mientras se dirigía hacia su carruaje.
Mientras los Ravenwood se marchaban, Edwina se quedó mirando a Anthony, quien evitaba su mirada. Sabía que había algo más en esa relación, algo que él no estaba dispuesto a confesar. Y la sospecha comenzaba a consumirla.
La noche prometía ser mucho más complicada de lo que cualquiera de ellos imaginaba.
La cena estaba transcurriendo con una calma tensa. Anthony apenas tocaba su comida, demasiado consciente del encuentro que tendría más tarde en los establos. Cada sonido en la habitación parecía amplificado, y cada palabra dirigida a él lo hacía sentir expuesto.
De repente, Kate Sharma, con la mirada fija en su hermana, se inclinó hacia adelante y lanzó su pregunta:
—Lord Bridgerton, me preguntaba... ¿Qué está ocurriendo exactamente entre usted y Lady Cassandra? —Su tono era cortés, pero la preocupación en su rostro era evidente—. Mi hermana no es un juego, y si hay algo que deba saber...
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Solo una Ravenwood (Anthony Bridgerton)
Hayran KurguAnthony Bridgerton y Cassandra Ravenwood han sido enemigos desde la infancia, pero sus familias conspiran para unirlos en matrimonio. Entre el odio y la atracción, ambos luchan por resistir un destino que podría cambiar sus vidas para siempre.