7. BUFERAPTIO- Parte 2

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Decidieron esperar en ese lugar para pensar qué hacer a continuación y trazar un plan. Mientras tanto, comieron los frutos que habían recolectado.

—¿Tenéis alguna idea de cómo podemos entrar en la cueva de esa bestia? —preguntó el capitán a sus compañeros.

Sirox, pensativo, observaba un coco que tenía entre sus manos, como si el mundo entero se redujera a ese fruto.

—Es curioso... Todo esto me recuerda a un libro que leí en el barco.

—¿Un libro? —interrumpió el Capitán Escarlata, arqueando una ceja con escepticismo—. Este no es momento para lecturas, amigo.

Sirox sonrió con un aire enigmático.

—Era la historia de un héroe y sus amigos que, huyendo, encontraron refugio en una cueva para pasar la noche. Resultó que era la cueva de un gigante de un solo ojo llamado «Polifemo».

Escarlata dejó escapar una carcajada breve, casi incrédula.

—¡Qué coincidencia! Un gigante con un solo ojo, como nuestro querido Buferaptio.

—Exacto —asintió Sirox—. Polifemo atrapaba a los hombres y comenzaba a devorarlos, uno por uno, mientras el héroe, astuto, tramaba cómo escapar. Al final, lograron salir ocultos bajo las ovejas del gigante.

—¿Piensas hacer lo mismo? ¡Te has vuelto loco, Sirox! —le reprochó el Capitán Escarlata, mirándolo como si hubiese perdido la cabeza—. ¿Pretendes que nos escondamos bajo ovejas?

—¡No, por supuesto que no! —se apresuró a responder Sirox—. Pero podemos entrar escondidos debajo de los caparazones de las tortugas. Buferaptio no sospecharía.

El grupo quedó en silencio. El aire alrededor de ellos pareció detenerse, como si la misma naturaleza estuviera esperando una respuesta.

—¡Genial! ¡Vaya locura! —exclamó el hada—. ¿En qué libro leíste esa historia?

—En «La Odisea», de Homero. El héroe se llama Odiseo, aunque también le dicen Ulises.

—¡No perdamos más el tiempo! —ordenó el Capitán Escarlata—. ¡Tomaremos prestado uno de esos caparazones vacíos! Nos mezclaremos con las tortugas, nos pondremos al final de la fila de las tortugas que van a la guarida y entraremos en la guarida de Buferaptio sin que lo note —. Luego, el capitán se giró hacia su loro, que posaba sobre su hombro—: Parrot, mantente alejado del peligro. Eres muy valioso para mí, no puedo permitir que caigas en las garras de esa bestia y quiero que estés a salvo.

Parrot, obediente, con un aleteo elegante, voló hacia el cielo y se alejó sin mirar atrás.

Los aventureros tomaron los caparazones con valentía y se escondieron debajo de ellos para avanzar con sigilo hacia la fila de tortugas que guiaba la bestia.

De repente, el sonido metálico de la alarma del arma de Sirox rompió la quietud, un zumbido agudo que rasgó el aire. La batería estaba baja. Todos contuvieron el aliento, pero ya era tarde. El ruido llamó la atención de la bestia, que miró los caparazones de las tortugas. Las tortugas seguían su camino imperturbables, todas iguales y en línea perfecta.

RÓQUISTAL. La increíble historia de un hada, un pirata y un robot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora