4. EL GLOBO VOLADOR - Parte 1

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El viento llevaba consigo el  aroma de la sal y  la aventura. El capitán pirata, dotado del poder que se había ganado por su valentía, se plantó en el puesto de mando de su barco con sus nuevos compañeros: el hada y el robot. El loro guacamayo se posó elegantemente sobre el hombro de su amo y observó con atención el horizonte, como si supiera algo que el resto de los tripulantes desconocía. Desde allí, Capitán Escarlata miró fijamente a cada uno sus piratas y pudo ver en sus ojos la expectación de la noticia que les iba a anunciar:

—¡Escuchad todos! ¡Prestad atención! Os traigo una nueva misión que podría cambiar nuestro futuro para siempre —exclamó con voz firme y potente—. Vamos a buscar una de las mayores fortunas de la historia: La Fuente de los Tres Manantiales. ¿Sabéis el motivo por el cual es tan preciosa?

—¿La fuente es de oro y joyas? —preguntó Barba de Plata sediento de riquezas.

—No exactamente. La Fuente de los Tres Manantiales posee el agua de la vida, la sabiduría y el amor puro —aclaró el hada con voz melodiosa y suave—. Todo ello se encuentra en el Templo de Róquistal, perdido en el interior de la Isla de la Esperanza Perdida, oscurecida por el tiempo y por la leyenda.

Se escuchó un murmullo entre la tripulación.

—¡Esa isla es peligrosa! ¿No te da miedo ir allí? —preguntó Ojo de Halcón con una mirada que parecía ver a través de todo.

—Es verdad que el Templo de Róquistal se encuentra en un valle rodeado de montañas con un volcán y con una bestia gigantesca llamada «Buferaptio». Pero podemos llegar allí en un globo volador —explicó el hada con seguridad.

—Así es. ¡Vamos a construir un globo volador todos juntos según las instrucciones de Sirox! ¡Y exploraremos la isla como los dioses: desde el cielo! —exclamó Capitán Escarlata emocionado mientras levantaba su espada hacia el cielo. Con el sol a sus espaldas, su figura tenía le aspecto de un héroe de antiguas epopeyas.

¡Seguiremos vuestras órdenes! —gritó Sirena con determinación, y el resto de sus compañeros vitorearon a Capitán Escarlata y sus nuevos amigos.

Después de una breve pausa, Celesteris explicó:

—La fuente funciona solo una vez al año en la primera noche de luna llena después del solsticio de verano, lo que significa que únicamente tendremos tres semanas para llegar a tiempo.El tiempo es uno de los desafíos en esta misión; cualquier retraso podría hacernos perder esta oportunidad única.

—Para construir el globo, necesitaremos el mimbre y telares que arrebatamos al navío portugués, así como las viejas redes que se encuentran en la bodega —añadió Capitán Escarlata—. ¡Que comience el desafío! Y que la suerte de los valientes nos acompañe.

RÓQUISTAL. La increíble historia de un hada, un pirata y un robot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora