RÓQUISTAL. La increíble historia de un hada, un pirata y un robot.

2. UNA NUEVA TRIPULANTE - Parte 6

El hada le hizo varias preguntas, pero no recibió respuesta. Los piratas observaban con curiosidad mientras Celesteris intentaba una vez más.

—Sirox era capaz de hacer cualquier cosa —aseguró sorprendida—. Era casi como tener todo el poder en nuestras manos ¡Y ya no sabe hacer nada!

—¿Cómo es posible? —preguntó el capitán en voz alta.

Uno de los piratas, llamado «Gigante», que tenía unos músculos enormes, se acercó. Era conocido por su fuerza bruta y por no ser precisamente el más listo del grupo.

—Creo haber tocado este botón detrás de su cabeza —explicó con dificultad, mientras señalaba una tecla con sus manazas—, pero, como no sé leer, no entendía lo que estaba escrito.

El hada se dio cuenta de algo muy importante: Gigante había borrado todo lo que el robot había aprendido, y volvía a ser como cuando lo crearon por primera vez.

—¡Has presionado el botón «Reinicio»! —gritó el hada enojada, con sus alas vibrando de ira—. ¿No sabes lo que significa eso? ¡Has borrado toda la información que tenía almacenada, incluyendo todas sus habilidades! La verdad, no sé cómo lo has hecho, porque hay que tocar el botón contando hasta diez, tres veces seguidas.

Gigante, rascándose la cabeza, respondió:

—Pues, toqueteando.

El hada no podía creer lo que oía.

—¿Toqueteando? ¿Toqueteando? —exclamó Celesteris, furiosa—. ¡No puedo creer que lo hayas hecho!

Capitán Escarlata, se acercó al robot y lo observó con atención. Después, soltando una carcajada que resonó en toda la cubierta, le dijo a Gigante:

—Parece que te has vuelto a meter en problemas. —Burlonamente, se volvió hacia el hada, y le dijo—: Querida, a ver qué nos pueden dar por esta chatarra.