Desde lo alto, podían observar la exuberante vegetación que cubría la isla como una alfombra viviente de color esmeralda tejida por la misma naturaleza. Entre las montañas inmensas, un volcán imponente se elevaba hacia el cielo y lanzaba columnas de humo. Los ríos atravesaban la selva como serpientes plateadas. Alrededor de la isla, los arrecifes de coral eran coloridos y brillaban bajo el sol.
Celesteris, emocionada, cerró los ojos por un momento, permitiendo que la suave brisa acariciara su piel. Al abrirlos de nuevo, su corazón palpitó al ver la inmensidad que los rodeaba, un paisaje lleno de vida.
—¡Guau, esto es simplemente impresionante! —exclamó al ver las nubes alrededor del globo que parecían algodones de azúcar gigantes flotando en el cielo.
—¡Es fantástico! Sirox, eres un genio —apreció Capitán Escarlata con orgullo y admiración. ¡El globo funcionaba a la perfección!
—¡Lo hicimos todos juntos! —destacó Sirox con modestia mientras continuaba calentando el aire con su brazo dirigido hacia arriba manteniendo el globo en su curso.
De repente, un destello de color captó la atención de los tripulantes.
—¡Mirad, Parrot ha venido a saludarnos! —exclamó el pirata con entusiasmo al ver a su loro guacamayo volando hacia ellos. Se posó en la cesta con elegancia y sacudió suavemente sus plumas antes de soltar un graznido amistoso.
Celesteris, con una amplia sonrisa, siguió admirando el paisaje que se extendía a sus pies. Pudo divisar el hermoso castillo que ya habían visitado Capitán Escarlata y Sirox. Estaba situado junto a un enorme lago cristalino, y sus altas torres se reflejaban en sus aguas tranquilas. Los exuberantes jardines estaban salpicados de flores y las fuentes con sus chorros de agua proporcionaban una sensación de frescura en medio del calor tropical.
Los tres viajeros disfrutaban tranquilamente de la belleza del paisaje cuando los sacudió un fuerte ruido que parecía venir de las entrañas mismas de la tierra. El globo tembló con tanta violencia que temieron caerse, así que se aferraron a la cesta para no perder el equilibrio. Miraron a su alrededor buscando de dónde venía aquel terrible sonido. Y entonces lo vieron: una gran columna de humo negro y fuego en la distancia. Era el volcán en erupción, que lanzaba con furia lava caliente y rocas ardientes por el aire.
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RÓQUISTAL. La increíble historia de un hada, un pirata y un robot.
Fantasía¡Atención, aventureros y amantes de la fantasía! Tras el éxito de su publicación, LA INCREÍBLE HISTORIA DE UN HADA, UN PIRATA Y UN ROBOT el libro regresa en una edición especial extendida e ilustrada titulada RÓQUISTAL. Un pirata, un hada y un robot...