Capítulo 11 - ¿No quieres establecerte y tener una familia?

1.5K 199 19
                                    

Cuando regresé de correr -sudada y exhausta- me encontré con Nuttapart, mirándome con el ceño fruncido mientras clasificaba el correo.

-Estás trabajando hasta matarte -dijo, con palabras cargadas de desaprobación.

"¿Disculpe?" No era asunto suyo lo que yo hiciera. Yo era una mujer adulta y mi forma de vivir dependía de mí.

"Has estado yendo temprano al trabajo, llegando tarde a casa, corriendo cada vez más y más horas cada día... y eso te está pasando factura".

-No es asunto tuyo -espeté.

-Tal vez no, pero no me voy a quedar aquí sentado viendo cómo te desgastas sin decir nada.

-Bueno, me gustaría que te guardaras tus pensamientos para ti. Soy una chica grande, tengo una agenda de trabajo muy apretada y me gusta correr. No veo por qué eso deba preocuparte.

Nuttapart me miró con preocupación y desaprobación. "¿Qué pasa con las personas que traes a casa?"

-¿Y qué pasa con las personas? -pregunté con un tono áspero-. Te recuerdo que no te corresponde hacer nada más que asegurarte de que este edificio sea seguro. Eso no incluye burlarte de mí por mi vida laboral o privada.

Su rostro se puso blanco y lo agarré del brazo cuando se tambaleó.

- Nuttapart, ¿estás bien? -pregunté, olvidando por completo nuestra discusión.

-Me siento un poco mareado. Déjame sentarme. -Lo ayudé a llegar a su escritorio y le pasé una botella de agua que estaba sobre el escritorio a su lado. Se hundió en la silla con un gruñido de alivio y tomó un sorbo de agua antes de volver a dejarla a mi lado.

"¿Dolor en el pecho? ¿Falta de aire?", pregunté, preocupada de que estuviera sufriendo un ataque cardíaco.

Sacudió la cabeza y poco a poco su color volvió a la normalidad. "Es demasiado gritar para un anciano. Deberías ser más amable conmigo", dijo de mal humor.

Me reí, contenta de que hubiera recuperado su actitud habitual. -No estaría mal que tú también fueras más amable conmigo -le recordé-. ¿Puedo ofrecerte algo, más agua o algo de comer?

-No, estoy bien. Sawika me envió un buen almuerzo y cuando Tony llegue iré a comerlo -me aseguró.

-Muy bien. ¿Hay algún correo para mí?

Vi un sobre, medio cubierto por una revista y lo tomé, sorprendida de ver mi nombre en él. La elegante letra me recordó la nota que Freen me había enviado.

"¿Lo recibí hoy?", pregunté, inspeccionándolo más de cerca. Al darme cuenta de que no tenía sello, dije: "Espera, esto no fue enviado por correo. ¿Lo dejó en casa?".

Nuttapart me miró con inocencia. "¿Quién dejó qué?"

- Nuttapart, no juegues. ¿Freen me dejó esta carta? -dije enfadada.

-Una de tus mujeres lo hizo: una tailandesa alta con el cabello lacio muy feo, pero muy elegante

-Freen -dije, deslizando mi dedo bajo la solapa y abriéndola. Me gustaba el cabello de Freen, pero me sorprendió que Nuttapart pensara que era feo. Saqué una tarjeta y la abrí.

Becky,

No has respondido a mis mensajes anteriores, pero tenía que intentarlo una última vez. Nuestra segunda noche fue tan memorable como la primera, aunque preferí despertarme contigo. Aunque eso suponga que me tiren pisapapeles.

No puedo dejar de pensar en ti. Por favor llámame.

- Atentamente Sarocha Chankimha

Su tarjeta de visita estaba dentro y la examiné antes de darme cuenta de lo que había escrito. Dejé caer la mano a un costado y miré a Nuttapart con enojo.

Perder a la persona amada | Freenbecky (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora