12.

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POV CAMILA

Me desperté con un dolor de cabeza y me arrimé al borde de la cama, buscando mi pantalón. Miré a mi lado y Facundo no estaba. Me levanté, me puse el pantalón y la remera, y me dirigí a la cocina.

— No hacía falta que te pongas a hacer el desayuno. —sonreí, y él me miró.

— No quería irme y sin dejarte el desayuno listo, amor. —Me fui al baño para hacer mis cosas y cepillarme los dientes. Cuando terminé, salí del baño y me senté.

— Bueno, gorda, te voy dejando. —dijo Facundo, dejándome un beso en la frente mientras miraba el desayuno—. Te amo. Después hablamos, que te vaya bien en el laburo.

— Igualmente, corazón. Quizás después vaya a chusmear algo por el centro. Hablamos después, te amo. —Sonreí.

Me puse a desayunar mientras miraba TikTok, hasta que me llegó un mensaje de Guido.

armido boludito

que onda perdida
pinta algo hoy?

Habían pasado unas semanas desde la última vez que lo vi.

Todavía se me hacía raro el hecho de que él estuviera de nuevo en mi vida. Por así decirlo, estaba acostumbrada a estar lejos de él, y ahora quería acostumbrarme a tenerlo de vuelta.

armido boludito

che vamos a tomar helado en la esquina de mi casa
justo ahí hay una plaza, así que comemos helado mientras estamos en la plaza
acá por suerte es algo tranqui así q no te preocupes por qué te roben jaja

Seguí mirando un rato más TikTok hasta que terminé de desayunar, levanté las cosas de la mesa y fui a lavar.

Terminé de ordenar un poco mi casa y me fui a vestir para ir a trabajar. Hoy me tocaba con pacientes chicos. Terminé de vestirme y me maquillé.

Miré la hora y todavía faltaba un rato para salir, así que aproveché a sacarme un par de fotos para Instagram.

camilopez_

guidoarmido comenzó a seguirte

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guidoarmido comenzó a seguirte.

guidoarmido respondió tu historia.
che pobre los pendejos que atendés
deben de salir corriendo jaja
digo porque sos un cuco, no deben ni dormir

cerra el orto pelotudo
———

Había terminado mi horario, fui al baño y suspiré. Cambié de ropa y salí del edificio.

Pasé a buscar a Guido; por suerte, el boludo me estaba esperando, porque siempre que le pedías algo, lo hacía tarde. Así que había veces que yo lo esperaba media hora después de lo acordado.

𝐃𝐢𝐞𝐳 𝐝𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬. || 𝐆𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐀𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨 𝐒𝐚𝐫𝐝𝐞𝐥𝐥𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora