16.

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— Bueno, no pasa nada. —ella se quedó mirándome de cerca y sonrió.

Me ponía demasiado nervioso que nuestros cuerpos estuvieran en contacto. A ella le daba igual, pero a mí me generaba una mezcla de ansiedad y emoción.

Agarré su mano otra vez y comencé a controlar sus movimientos en la guitarra.

— Armido, la puta que te parió, ¿tan lento sos para enseñar? —se quejó, y no pude evitar reírme.

— Es cuestión de práctica, vos tranquila y tené paciencia. —la miré hasta que, de repente, me dio un pico de inspiración, como si se tratara de una canción.

Me senté en la mesa y agarré un cuaderno. Mientras Camila practicaba y se acostumbraba a la guitarra, yo empecé a escribir las letras de una canción que prefería no interpretar con la banda.

"——Tal vez a ella le faltó amor propio y a mí, madurez, 
Te amo igual, ya sea estando bien, mal, o en la tempestad. 
Aunque peleemos, aunque tengamos problemas, 
Siete años pasaron, y sigo en tu esquema. 

Porque creo que sos el amor de mi vida, 
Voy a amarte siempre, aunque el tiempo nos divida. 
Aunque haya aceptado que jamás te gustaría, 
Cuando veo esos ojos verdes, mi mundo cambiaría. 

Entiendo que todo tiene un fin, 
Pero tu paz en mí siempre va a vivir. 
La razón de mi sonrisa, que seas feliz, 
Aunque el universo ya no nos haga coincidir. 

Hicimos de todo, y aún así no bastaba, 
Hoy estás espléndida, en tu luz se bañaba. 
Quiero pasear contigo, por la galaxia girar, 
Pero a veces pienso, ¿por qué me habrías de mirar? 

Si ya cerraste la puerta, y otra oportunidad le diste, 
Sé que lo mejor viene, pero a veces no resiste. 
Difícil es olvidar tu cabello largo, negro y perfecto, 
Tus ojos verdes, un faro en un mar incierto. 

Entiendo que todo tiene un fin, 
Pero tu paz en mí siempre va a vivir. 
La razón de mi sonrisa, que seas feliz, 
Aunque el universo ya no nos haga coincidir. 

Vos fuiste quien me sacó de la zona de confort, 
Hiciste que mi vida tome otro color. 
Fueron siete años de esperanza y dolor, 
Deseando tu vuelta, esperando tu amor. 

Entiendo que todo tiene un fin, 
Pero tu paz en mí siempre va a vivir. 
La razón de mi sonrisa, que seas feliz, 
Aunque el universo ya no nos haga coincidir. 

Si supieras cómo estoy, y si pudiera hablar, 
Tal vez no estaría escribiendo en soledad. 
Deseo que algún día me puedas mirar, 
Como yo te miro, sin poderte olvidar. 
Ojalá pudiera ser tu prioridad, 
Y contigo, otra vez, la eternidad.——”

La letra era una mezcla de todo tipo de cosas: una declaración, sentimientos y a la vez un desahogo. Guardé mi cuaderno por si acaso; no quería que Camila llegara a leerlo.

La miré y la vi sentada con la guitarra encima.

— Ya me cansé, ¿cómo haces? —me miró y me senté a su lado.

— Imaginate la batería, querida. Nah... —sonreí.

— ¿Tenés vino? —preguntó, y yo la miré sorprendido.

— Camila Antonia López, anoche tomaste una banda que casi te pierdo.

— No sé, me siento algo bajoneada. Jajaja, es como si hubiera engañado a mi pareja, cuando nada que ver. —suspiró y miró al techo.

— Anoche te cuidé yo. No hiciste nada raro, no te chapaste a otro chabón ni nada. Capaz del pedo que tenías encima soñaste algo. —corrí su pelo de su cara y me quedé mirándola.

— Las canciones que hiciste para mí, me encantó cómo describiste todo, aunque bueno, me lastima el hecho de que tuviste que escribir canciones en ese estado.

— No pasa nada. —sonreí.

— Jooo, hoy salimos con Facundo y mis amigos. Tengo tanta paja. —cuando ella terminó de decir eso, se escuchó cómo tocaban a mi puerta. Fui a abrir y me encontré con Facundo. Camila vino corriendo con una sonrisa y lo besó.

— Gordooo No sabes, Guido me está enseñando a tocar la guitarra. —yo me quedé mirando cómo ella lo abrazaba y besaba, y cada vez que veía eso, perdía la esperanza. Me sentía tonto porque me gustaba ella.

— Aww, ¿en serio? ¿Y la pasaron bien anoche? —preguntó Facundo, mirándome. Recordé el beso y tragué saliva.
Asentí con una sonrisa.

— La pasamos hermoso, no te querés imaginar... —dije.

— Che, Guido, en unos días voy a hacer una joda en mi departamento, ¿querés venir? —dijo Facundo, y Camila se me quedó mirando fijo, esperando mi confirmación. Solo por ella iba a ir.

— Bueno, dale, cuenten conmigo. —sonreí, y Facundo me abrazó, dándome un golpe en la espalda.

— Dale, que se picaaa, Guido. Nos vemos después, que va a ser para pasarte la info. —sonrió y se fueron.

Y me quedé con esa imagen de Facundo y Camila yéndose agarrados de las manos.

——

POV CAMILA.

Estábamos en un restaurante con Fátima, Laura, Esteban y mi hermoso novio, Facundo. Compartíamos anécdotas sobre lo que había sido la cursada, riendo y disfrutando de la compañía.

En un momento, Facundo tomó mi mano y sacó un anillo que tenía en mis dedos, colocándomelo en el dedo donde se supone que debe ir el anillo de casamiento. Cuando hizo eso, sonreí, sintiendo que ese gesto tenía un significado especial.

El camarero llegó con cervezas, joya Comencé a tomar y presté atención a lo que mi novio explicaba con entusiasmo.

Sin embargo, en un momento, empecé a marearme y decidí ir al baño. Me quedé apoyada contra la pared, tratando de recuperar el equilibrio, hasta que un flashback me abrumó: recordé cómo anoche me chapé a Guido. Me sonroje, sintiéndome avergonzada, y me senté en el piso.

Comencé a recordar las cosas que sucedieron anoche: "Un beso no lastima a nadie". La realidad me golpeó; no me merecía a Facundo y no podía ser que, estando ebria, le hiciera eso a Guido.

Aunque debo ser honesta, hoy en la práctica, los roces y la mirada de Guido me pusieron nerviosa y me generaron sensaciones que nunca sentí con Facundo, pero quería negarlo. Yo estaba con el tipo que, hace un año, venía a salvarme, que me sacaba sonrisas y siempre me apoyaba en todos mis proyectos... y yo voy y lo engaño con mi mejor amigo.

Guido siempre tuvo su postura; de hecho, me rechazó el beso. Y sí, flaca, si no le gustas, ¿qué pensás? ¿Que te iba a aceptar sabiendo que tenés novio?

Suspiré y traté de calmarme. Buena jugada de Guido haciéndose el boludo y no decirlo; pobre, no quería verme mal. Ahora ya no sabía con qué cara mirar a Guido. Me lo besé y luego me quedé a dormir en su casa. Después fui y le pedí que me diera clases de guitarra. Soy una caradura.

Guido me generaba sensaciones que con Facundo no me pasaban. Todo lo que sentía en el pasado por él volvió a surgir.

Ahora tenía que pensar en cómo carajos terminar con Facundo, de una forma que no me lastime a mí ni a él. ¿Perdí un año de relación en vano?

Ahora estaba entre Guido y Facundo. Aunque, bueno, con Guido no puedo arriesgarme cuando termine con Facundo.

En unos días , me encontraría con Guido en la fiesta de mi novio... ¿Con qué cara lo voy a ver? ¿Cómo voy a actuar normal y disimular los nervios si seguro mi novio nos verá hablar?

Guido, te odio, porque me volviste a gustar y tengo pareja. No puedo engañarlo...

𝐝𝐢𝐞𝐳 𝐝𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬. || 𝐠𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐚𝐫𝐝𝐞𝐥𝐥𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora