𝐝𝐢𝐞𝐳 𝐝𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬. || 𝐠𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐚𝐫𝐝𝐞𝐥𝐥𝐢

32.

2017.

— ¿Vos querés formar una familia en un futuro? —preguntó Guido, mirando a Camila con curiosidad. Ella soltó una risa.

— No, no... Estoy esperando a la persona indicada primero. Si todo va bien, creo que me gustaría formar una familia con él, pero por ahora no tengo planes de tener hijos. Tal vez un perrito —respondió la chica, sonriendo de manera juguetona.

— ¿Y vos? ¿Crees que serías buen padre? —inquirió Camila, interesada.

— No sé. Estoy en la misma que vos, esperando a la indicada —contestó Guido, encogiéndose de hombros.

Ambos se miraron, Eran adolescentes, llenos de sueños e ilusiones, pero también de inocencia. En su mundo, la amistad y la sinceridad eran lo más importante.

— Si un día estuviera embarazada, serías la primera persona en decírtelo —dijo Camila, con una sonrisa. — Serías el padrino de mi hijo y, cuando me case con el indicado, también vas a ser el padrino de la boda.

Guido sonrió al escuchar eso. — sí, dale —exclamó, sintiéndose afortunado de tener una amiga como ella.

— Es curioso pensar en lo que nos espera el futuro. A veces creo que no importa lo que pase, siempre voy a estar ahí para apoyarte —dijo Camila, mirando a Guido con sinceridad.

— Totalmente. Nuestra amistad significa mucho para mí. pasamos por tantas cosas juntos, y no hay forma de que eso cambie —respondió Guido.

— Nunca podríamos separarnos, ¿verdad? —dijo Camila, riendo suavemente. — Aunque la vida nos lleve por caminos diferentes, siempre seremos amigos.

— Siempre voy a estar ahí para vos, sin importar lo que pase. Es lo que hacemos los amigos —afirmó Guido, sintiéndose seguro de su promesa.

— La amistad es una de las cosas más valiosas que tenemos.

— Sí, es como un lugar Seguro. Cuando todo se siente complicado, siempre puedo contar con vos para reírme o desahogarme —dijo Guido, sonriendo.

Ambos compartieron una mirada de comprensión. Sabían que, a pesar de la incertidumbre del futuro, siempre tendrían una base sólida en su amistad.

— No importa dónde estemos en unos años, siempre me voy a acordar  lo que compartimos —dijo Camila, sintiéndose agradecida por la conexión que tenían.

— Y yo también. La amistad es lo que realmente importa, y no hay distancia que pueda cambiar eso —respondió Guido, con convicción.

Aunque el futuro era incierto, sabían que su amistad sería una constante en medio de cualquier cambio que viniera.

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actualidad

— Amor, ¿quién es? —preguntó un chico castaño que entró en la escena, sosteniendo a una niña de dos años en brazos.

— ¿Tenes una hija? —fue lo primero que dijo Guido, mirando con sorpresa al chico que sostenía a la niña.

— Es la sobrina de Nico —respondió Camila con tranquilidad.

Nicolás miraba a Camila confundido. — ¿Quién es, amorcito? —preguntó el castaño.

— Es... un amigo de secundaria —explicó Camila, tratando de mantener la situación bajo control.

— Soy Guido, un gusto —dijo el rubio mientras le tendía la mano a Nico.

— Nicolás Fonseca. El gusto es mío —respondió Nicolás, estrechando la mano de Guido. — Bueno, amor, me llevo a Agos a dormir y vuelvo —dijo el castaño, dándole un beso en la mejilla a Camila antes de irse.