Empecé a reírme al ver la reacción de Pato y negué con la cabeza.
— Mentira, no hicimos nada, solo nos comimos la boca a besos. —dije mientras seguía riéndome, sintiendo que la tensión en el ambiente se aligeraba un poco.
— Mira vos... metiéndote con una mina que tiene novio, no te genera así, boludooo. —dijo Gastón, con un tono de joda, pero con un trasfondo de preocupación.
— Bueno, che, uno cuando tiene ganas, las tiene que hacer saber a la otra persona. le tengo ganas a Camila, y bueno, la amistad se fue a la mierda... —respondí, tratando de justificar lo injustificable.
En ese momento, apareció Camila con unas flores en el pelo, esta tan hermosa y despreocupada.
— Aww, vino tu novia. Se está preocupando porque tenés hambre. —dijo Pato, mientras Camila me miraba con una expresión seria.
— ¿Les dijiste? —preguntó Camila, con una mezcla de curiosidad y preocupación.
— Sí, son confiables, créeme, no van a decir nada. —respondí, intentando tranquilizarla.
Nos quedamos mirando el uno al otro con una sonrisa, hasta que Facundo apareció detrás de Camila y la abrazó por detrás.
— ¿Y qué onda? ¿La están pasando bien? —preguntó Facu, mirándonos a ambos.
— Sí, está re piola tu joda, boludo. —sonrió Pato, dándome una mirada cómplice.
— Mi gorda divina planeó todo esto, es una genia. Si tuviera plata, saben cómo le pediría matrimonio ya mismo. —dijo Facu, mientras le dejaba un beso en la mejilla a Camila, quien sonrió como si estuviera en las nubes.
— EEEE, FACU, GOBERNADO, VENÍ ACÁ, DEJA DE PEDIRLE PERMISO A TU MUJER PARA SALIR DE JODA! —gritó un grupo de chicos a sus espaldas, probablemente sus amigos. Facu se rió y se despidió de nosotros para unirse a ese grupo.
— ¿Cómo haces para disimular? —le pregunté a Camila, con un tono de curiosidad.
— Soy una hija de puta, ¿no? —preguntó, y yo negué con la cabeza.
— No te garchaste a nadie, así que no. —reí, sintiendo que la atmósfera se volvía un poco más ligera. Sin embargo, pronto noté que la fiesta empezaba a decaer, ya que la gente comenzó a irse.
— Uh, la puta madre, encima ahora Facu va a ir a otra joda y yo tengo que quedarme a limpiar... —se quejó Camila, con un tono de resignación.
— Te ayudamos y después vamos a mi casa. —dije, tratando de animarla. En ese instante, mi hermano comenzó a gritar como un loco y a reírse.
— Naaa, vos sí que sos un animal y sos un rápido. —dijo Gastón, lanzándome una mirada de complicidad.
——
Habiamos llegado a mi casa, Camila y yo, y la miré con una mezcla de emoción y nerviosismo.
— Facu debe estar tranquilo en la joda y vos engañándolo con tu mejor amigo. —reí, aunque había un trasfondo de seriedad en mis palabras.
— Es que lo que siento por vos no lo siento por nadie, Guido. —dijo ella, y en ese momento, agarré sus mejillas con mis manos.
La besé, y esos besos no estaban apresurados. Eran intensos, llenos de una conexión que parecía haber estado latente durante tanto tiempo. Cada roce, cada susurro de nuestros labios, se sentía como si estuviéramos recuperando todo el tiempo perdido, como si todo lo que había pasado antes no importara.
Mientras nuestras bocas se movían al unísono, comprendí que esta confusión, esta mezcla de emociones, era algo que tenía que enfrentar. Aquel momento era un claro recordatorio de que los sentimientos son complicados, y aunque la situación era complicada, no podía ignorar lo que sentía por Camila. En ese instante, todo lo que quería era disfrutar de ese beso, de esa conexión, sin pensar en lo que pasaría después.
ESTÁS LEYENDO
𝐃𝐢𝐞𝐳 𝐝𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬. || 𝐆𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐀𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨 𝐒𝐚𝐫𝐝𝐞𝐥𝐥𝐢
FanfictionDos mejores amigos de la secundaria, que estaban inseparablemente unidos por un asunto algo absurdo, terminaron distanciándose. Años después, se reencuentran, pero uno de ellos se lleva una sorpresa. "𝐫𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝é 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫𝐭...