14.

463 44 20
                                    

POV GUIDO

Había comenzado a evitar un poco a Camila, ya que creía que estaba volviendo a gustarme. Habían pasado dos meses desde la última vez que nos vimos, aunque de vez en cuando hablábamos por WhatsApp. Me sentía un poco extraño. Desde hacía mucho tiempo no me había gustado nadie; había tenido encuentros con chicas, pero eran solo cosas de una noche y no sentía ninguna química real.

Con Camila, la situación es diferente, porque la conozco desde hace mucho, desde que éramos adolescentes. Teníamos un vínculo muy especial como amigos, pero ahora estaba comenzando a sentir esa misma chispa que experimentaba cuando éramos más jóvenes.

El problema, sin embargo, es que me gusta ella, que es mi mejor amiga, y además, está de novio. Conociéndola, sé que no engañaría a Facundo por nada del mundo. No estoy diciendo que quiera que engañe a su novio; en realidad, no puedo hacer nada al respecto. Por dos razones: primero, porque está en una relación y, segundo, porque es mi mejor amiga, y no quiero que se aleje otra vez.

Así que lo mejor que puedo hacer es quedarme callado y tratarla bien. Pero hay algo que necesito compartir con mis hermanos. Hoy nos íbamos a juntar para practicar algo, así que quería aprovechar la oportunidad para saber su opinión. Aunque conociéndolos, probablemente se quedarían descansando.

———

Pato estaba tocando la guitarra mientras Gastón cantaba. Yo estaba entre ellos, en silencio, pensando en lo mal que estaba que me gustara mi mejor amiga. NO DEBERÍA GUSTARME ELLA; estaba MAL, MUY MAL, por así decirlo. Sabía que tenía que mantenerme alejado de la relación de Camila y Facundo. No puedo ser el que se interponga. Ella es mi mejor amiga, y esa es la peor parte de que me guste alguien.

Se nota desde lejos cuánto se aman. Se tienen un profundo respeto y son el uno para el otro. Estuve un rato atrapado en esos pensamientos hasta que Gastón pasó su mano frente a mí.

— ¿Qué? —dije, mientras me acomodaba en el sofá.

— Vos no estás bien. —dijo Pato.

— ¿Qué te pasa, Guido? Hoy estás muy distraído. —agregó Gastón.

— Me gusta Cami y no sé qué hacer. —apenas dije eso, mis hermanos se miraron y comenzaron a reírse.

— ¿Te gusta otra vez tu mejor amiga después de todo? sos un boludo

— Pero si ya nos arreglamos. —los miré serio.

— Jaja, Facundo se la coge y vos no. —dijo Gastón, riéndose a carcajadas. Me levanté y los miré.

— No les hubiera dicho nada, mejor me lo hubiera guardado. —dije mientras me dirigía a la otra habitación.

Justo en ese momento, me llegó un mensaje de Camila invitándome a su casa. Agarré la guitarra y me fui de ahí sin despedirme de mis hermanos. En vez de apoyarme, solo se dedicaban a molestarme cuando no estaba de humor para soportarlos.

——

Llegué a la casa de Camila y me abrió Facundo. Cuando me vio, sonrió y me saludó.

— ¿Todo bien? La gorda se estaba vistiendo, ahora viene. —se hizo a un lado y me hizo el gesto de que pase. Entré a la casa y me senté en el sofá.

— ¿Por qué no van al boliche? Guido, sácala a mi mujer, que hace un año que no sale y no toma nada, tiene el permitido. —Facundo sonrió.

— Y... podría ser, ¿vos venís?

— Yo me estaba por ir y no vuelvo hasta mañana. Perdóname, Guido, me hubiera gustado hablar un poco contigo, pero en el laburo ando con la preparación de estadios y demás. —me saludó y se fue.

𝐃𝐢𝐞𝐳 𝐝𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬. || 𝐆𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐀𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨 𝐒𝐚𝐫𝐝𝐞𝐥𝐥𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora