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El evento promocional que la JVA organizó para la batalla estelar de la generación de monstruos ciertamente no le dio tiempo a Kuroo para descansar. Desde horas antes de que comenzara el evento hasta que los atletas llegaron a la alfombra roja, Kuroo hizo su trabajo e intentó conversar con todos, desde los patrocinadores hasta los jugadores de voleibol y los periodistas.
Estaba en su mejor momento, realmente en su elemento a pesar de sentir que el cansancio se apoderaba de él. El único descanso que había tenido en las últimas tres horas fue cuando sus ojos te encontraron .
Llegaste a la alfombra roja con un vestido largo hasta el suelo, absolutamente hermoso, del brazo de nada menos que Yaku Morisuke. Incluso desde la distancia, Kuroo podía decir que eras más cercana a su altura, pero Yaku debe haberse sentido como el más alto en la habitación con una cita tan hermosa. Los dos sonrieron y se rieron mientras las cámaras disparaban, aparentemente teniendo pequeñas conversaciones en voz baja mientras se movían hacia el final de la alfombra roja, finalmente respirando profundamente. Aún sostenías el brazo de Yaku, aunque un poco más suelto mientras los dos se acercaban a Kuroo.
El hombre más alto se puso encantador y comenzó a saludar a su viejo amigo con una palmadita en la espalda antes de volver a centrar su atención en ti, tomando tu mano y dándole un beso en la espalda. Le dijiste tu nombre y Kuroo casi te lo ronroneó. Sabía que era grosero por tener esos pensamientos cuando no conocía la naturaleza de tu relación con Yaku, pero pareces tener un sabor caro y Kuroo se moría por gastar el dinero que fuera necesario para averiguarlo .
—Es la mánager de mi equipo —dijo Yaku, mirando a su amigo con los ojos entrecerrados. Aún lo conocía bastante bien—. Pensé que también se merecía una salida fuera del gimnasio.
Tus ojos brillaban mientras mirabas a todos y cada uno de los lados, alisando inconscientemente tu vestido con la mano como si tuvieras algún defecto. Kuroo siempre diría que no tienes ninguno. "No puedo creer que haya podido venir aquí. Gracias de nuevo, Yaku", dijiste con una sonrisa radiante dirigida al líbero.
—Hasta ahora ha sido un placer, pero no te excedas con las bebidas —se rió entre dientes y te guiñó un ojo antes de mirar a su alrededor también. Kuroo se rió con él y miró detrás de ti mientras se daba cuenta de que tenía que seguir haciendo su trabajo.
—Me encantaría quedarme y charlar contigo... —Sus ojos estaban puestos únicamente en ti mientras decías eso—. Pero tengo que seguir dándoles la bienvenida a todos, por favor discúlpame —dijo, haciendo una breve reverencia antes de continuar. Al menos le dio la oportunidad de fingir que buscaba algo para poder ver bien la espalda abierta de tu vestido mientras se alejaba.
Al final de la noche, Yaku se fue solo a casa. Te sorprendiste mucho con las habilidades de conversación de su antiguo capitán
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