—Mírate —su voz sonó ronca en tu oído, el calor de su aliento se extendía por la fina piel de tu nuca. Su cuerpo te había consumido, elevándose sobre ti mientras te ajustaba en la posición deseada. La punta de sus zapatos empujó tus talones, forzando a tus piernas a separarse más para acomodarse a su tamaño—. Mírate bien, me tomas, nena, tu coño prácticamente está ordeñando mi polla con lo apretada que estás .
Tus ojos se deslizaron por la imagen de tu reflejo en el espejo, mientras su mirada permanecía fija en tu rostro. Lo bebiste todo, verlo te hizo sentir más caliente y tu coño se apretó más alrededor de él.
Fue tan lascivo... Apenas había esperado un momento después de que llegaste a su apartamento antes de abalanzarse sobre ti, hundiendo sus garras y dientes en ti. Se apresuró a subir el dobladillo de tu falda hasta la cintura y tirar de tu pecho hasta que tus senos se derramaron por delante.
Ni siquiera se había molestado en quitarte la ropa interior antes de montarte, simplemente empujando la tela empapada hacia un lado mientras deslizaba su longitud dentro de ti sin preparación. Iba a follarte de vez en cuando en la entrada de su apartamento con su espejo montado como testigo de su codicia.
Una de sus manos manoseaba la suave carne de tu pecho mientras te follaba, pellizcando y agarrando tus tetas hasta que te dolieron mientras la otra permanecía plantada a tu lado. Su agarre en tu costado era más suave de lo habitual, lo suficiente para mantenerte en tu lugar sin lastimar la delicada piel debajo.
—¿No crees que te ves hermosa? —cuestionó en voz baja, sus caderas retrayéndose lentamente de las tuyas antes de golpearte de nuevo como un resorte. Tu agarre en la pared flaqueó ante su embestida profunda, tus pies descalzos se arrastraron contra el frío piso de madera mientras tus piernas luchaban por soportar el peso de tu cuerpo.
El calor floreció en tu rostro cuando su mano se elevó desde tu pecho. Sus gruesos dedos acariciaron la delicada piel de tu garganta antes de curvarse bajo tu mandíbula. Luego inclinó tu cabeza un poco hacia atrás, lo suficiente para que sintieras el grosor de tu saliva deslizándose por tu garganta mientras su mirada te quemaba.
—Mi hermosa niña, tan perfecta para mí —ronroneó, la áspera yema de su pulgar acariciando la curva de tu mandíbula. Un gemido necesitado salió de tus labios cuando su polla se arrastró contra tu punto G. Otro suave gemido se te escapó cuando presionó un pequeño beso en el costado de tu frente, la punta de su nariz empujando la línea de tu cabello mientras lo hacía.
Tus ojos entrecerrados se cerraron ante el afecto, tu cuerpo ligero y cálido a tu alrededor. Rara vez era tan cariñoso contigo, rara vez mostraba su amor y aprecio. Pero, cada vez que lo hacía, Dios, saboreabas cada segundo de ello.
—No mires hacia otro lado, nena, mantén esos lindos ojos en mí —susurró, las cortas embestidas de su polla clavándose más profundamente en ti. Podías sentir cada centímetro de él, el coño apretándose cada vez más fuerte a su alrededor para lograr que se quedara. Necesitabas que se quedara. Cuando abriste los ojos, te dio una sonrisa de infarto, otra rareza en su relación. —Buena chica —elogió.
—Mantén los ojos abiertos y mírame. Quiero que me veas mientras te cuido, nena —juraste que estabas en una nube. Su bondad y su amor eran casi demasiado para que pudieras soportarlos. Las lágrimas te picaban en las esquinas de los ojos, la sal te quemaba y te nublaba la visión. Y, con movimientos de su pulgar, las secó. —No llores, linda —dijo suavemente, su voz calmándote. —¿Qué te hace llorar ?
—Tú ... —jadeaste cuando su polla encontró su lugar contra tu cérvix, sus bolas descansando contra la parte inferior de tu trasero. Casi podías sentirlo en tu garganta. —Nunca eres tan amable conmigo, nunca... No debería estar llorando, pero ... —Se apresuró a silenciar tu súplica.
Él presionó otro beso en tu sien, murmurando una suave disculpa contra tu cabeza. " Lo siento, cariño, lo siento mucho ", susurró. " Te trataré mejor, déjame compensarte, déjame cuidarte ". Pero sabías que era otra mentira, tan pronto como se hubiera saciado, te echaría de nuevo.
—Está bien —murmuraste, ganándote otro beso de él mientras comenzaba a mover sus caderas nuevamente. Esta sería la última vez , te dijiste a ti misma, el reflejo de tu mirada abrasándote. La última vez que él podría usarte .
CREDITOS
https://www.tumblr.com/nova-amor/
ESTÁS LEYENDO
¡𝐔𝐏! ʰᵃᶤᵏʸᵘᵘ ˣ ʳᵉᵃᵈᵉʳ
Fanfic༄˖°.🍂.ೃ࿔*:・ ▶︎ •၊၊||၊|။||||။၊|• 0:10 ᵇᵒᵃ 보아 'ᵒᶰˡʸ ᵒᶰᵉ' 𝐧𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐦𝐢𝐨𝐬, 𝐬𝐨𝐧 𝐭𝐫𝐚𝐝𝐮𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚 𝐭𝐮𝐦𝐛𝐥𝐫, 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐞 𝐥𝐨𝐬...