¡𝐔𝐏! ʰᵃᶤᵏʸᵘᵘ ˣ ʳᵉᵃᵈᵉʳ

𝐌𝐎𝐑𝐈𝐒𝐔𝐊𝐄 𝐘𝐀𝐊𝐔

Al oír sus pasos bajando las escaleras, como siempre lo hace una mañana perezosa, te escondes detrás de la mesa y miras por encima de ella para que, cuando él gire en la esquina y entre en la cocina, puedas saltar y gritar:

"¡Sorpresa!" mientras tocas tu cuerno de fiesta.

Yaku parece estar a punto de estirarse, pero flaquea cuando oye tu grito de alegría y una pequeña sonrisa se dibuja en sus cansados ​​rasgos. "¿Qué es esto?", pregunta con voz áspera.

Señalas con orgullo el pastel que habías hecho y que estaba en el centro de la mesa de la cocina, adornado con una única vela parpadeante. "¡Cosas de cumpleaños! Ven, pide un deseo".

Él se esconde tímidamente detrás de sus palmas mientras se dirige hacia el pastel, "honestamente, me olvidé de mi cumpleaños".

"Está bien. La pérdida de memoria es una parte normal del envejecimiento". Tocas el cuerno nuevamente para animar a Yaku a continuar, pero el ruido fuerte y repentino solo hace que se estremezca, junto con tu comentario descarado.

"¡No soy tan viejo!", argumenta, y tú simplemente asientes.

"Tienes razón. No pareces tener más de cuarenta". Le pellizcas la mejilla y él pone los ojos en blanco, mirándote a ti y al pastel, intentando decidir inconscientemente cuál parece más delicioso.

No te habías cambiado el pijama porque querías preparar rápido su sorpresa, y por supuesto él no esperaba esto en absoluto, por lo que también seguía usando su camisón y sus pantalones cortos.

Tu cabello también era un desastre, apenas tenías tiempo para peinarlo, así que lo tenías recogido en un moño suelto, con mechones colgando frente a tu cara. Era tan dulce, y tú eras tan linda incluso cuando estabas tenuemente iluminada por la débil luz de la vela; era como si estuvieras brillando.

Yaku estaba perdido en sus pensamientos, mirándote, hasta que lo trajiste a la realidad al preguntarle, "pide tu deseo. No te estás volviendo más joven". Te ríes y él exhala bruscamente enfadado.

"Tú tampoco te estás haciendo más joven, ¿sabes?"

"Pero ya soy joven así que eso realmente no importa".

"¿Estás diciendo que soy viejo?" Yaku intentó lo mejor que pudo para parecer ofendido, pero luchó por reprimir la amplia sonrisa que lo delataba.

Te encoges de hombros, desviando la mirada y haciendo también todo lo posible para no estallar en carcajadas. "Si el zapato calza."

"¡Bueno, veamos si el zapato te queda bien en el culo!", ruge, dando un paso alrededor de la mesa para levantar la pierna en tu dirección, a lo que inmediatamente te alejas de un salto, golpeándolo defensivamente con los brazos.

"¡Yaku!" gritas, tropezando hacia atrás contra el mostrador de la cocina.

Él se ríe y tú pones una expresión que es una mezcla de irritada y divertida. "¡Pide tu maldito deseo!"