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Ya había sido un día largo y no estabas contenta de que te dijeran que tenías que quedarte después de la escuela para pegar carteles. Por supuesto que estabas emocionada por el próximo espectáculo. ¿Quién no lo estaría? Bueno, ya lo sabes, pero eso no viene al caso. Había sido un día largo ayudando a pintar decorados, coser vestuario y pensar en el maquillaje para el elenco. Todo lo que querías hacer ahora era irte a casa.
Desafortunadamente para ti, todavía tenías dos cajas de carteles para colgar. Te saltaste la canción que estaba sonando en tus auriculares y tomaste otra pila de carteles de la caja. Estabas entrando en ritmo y te emocionaste por lo cerca que estabas de terminar. Sin embargo, la suerte no estaba de tu lado, ya que de repente te derribaron. "¡Oye! ¡Mira por dónde caminas!", gritaste y volviste a sentarte. Frunciste el ceño y apretaste los labios en una línea ante el desorden de papeles que tenías frente a ti.
—¡Dios mío! ¡Lo siento mucho! ¡No estaba mirando por dónde iba! ¡Déjame ayudarte con eso! —La persona que te tiró al suelo te ayudó a recoger los papeles y a colocarlos de nuevo en una pila ordenada—. Por cierto, soy Lev —extendió su mano. Recién ahora habías podido ver bien al perpetrador. Era atractivo, sus ojos sostuvieron tu mirada mientras extendías lentamente la mano para estrecharla.
—T/N. —Sonrió y te ayudó a levantarte. Si no hubieras visto lo torpe que era, te habrías sentido intimidada por lo alto que era.
—Lamento mucho haberte derribado, ¿necesitas más ayuda? Suspiraste y sacudiste la cabeza.
—No, a menos que quieras ayudarme a colocarlos —bromeaste y recogiste una pila de carteles. Sin embargo, para tu sorpresa, él te quitó la pila de los brazos y comenzó a colocarlos en las paredes.
—¡Yo puedo hacerlo! —Te dirigió una sonrisa amable. Te quedaste allí, en estado de shock, mientras lo veías colocar carteles. Él también parecía muy feliz haciéndolo. Sacudiste la cabeza y pusiste música de nuevo. Al menos podrías irte a casa mucho antes con la ayuda. Sin embargo, dejaste un oído libre en caso de que él quisiera hablar.
Sin embargo, para tu sorpresa, te dejó colgar tranquilamente el resto de los carteles. Tenía el último y fue entonces cuando finalmente comenzó a hablar de nuevo. "Disfruté esto. Avísame si alguna vez necesitas ayuda nuevamente. Estoy en el equipo de voleibol si necesitas encontrarme". Sonrió y te dejó allí parada, incómoda. Sin saber qué hacer, rompiste las cajas y las tiraste antes de irte a casa.
Ahora esperabas haberte olvidado del chico, pero había plagado tus sueños. En realidad, no necesitabas dejarte llevar por los chicos en ese momento. Tan rápido como entró en tu vida, llegó una vez más. Esta vez fue durante el almuerzo. Decir que no lo esperabas sería quedarse corto.
"¿Lev?"
—¡Oye! ¡Te acordaste de mi nombre! ¡T/N! Solo quería disculparme de nuevo por lo del otro día. Le conté a mi equipo lo que pasó y me dijeron que debería disculparme de nuevo. —Inclinó la cabeza y pareció realmente arrepentido.
