¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hoy, ibas caminando tranquilamente a clase con la mente distraída pensando en el chico que te gustaba, Wakatoshi Ushijima. Lo conocías desde la secundaria, pero nunca tuviste el coraje de acercarte a él y hablarle. Era guapo, alto y con la complexión de un fisicoculturista. Te miraste a ti misma pensando que no estabas hecha para él.
Pero estabas muy equivocado.
Ushijima acaba de llegar a clase, esperando a que empezara. Levantó la vista y te vio entrar en el aula. Hiciste que este chico se pusiera rojo como un tomate, pero él siempre se lo ocultó a todo el mundo. Pensaba que eras inteligente, dulce, hermosa y una muñeca perfecta. Quería acercarse a ti, pero pensó que podrías estar aterrorizada por él.
Pero estaba tan equivocado.
Ese día, el profesor le asignó una tarea que era muy difícil. Tú, siendo un excelente estudiante, lograste hacerla completa con facilidad. Ushijima estaba algo confundido. En ese momento se estaba irritando un poco. Miró para ver que te levantabas y la entregabas con el profesor. Él siempre era el primero en terminar, sin importar la materia. Sintió que su sangre hervía de furia. ¿Por qué T/N entregó esta tarea antes que él? Ella no podría haberlo hecho mejor que él. Él prestaba atención en clase y nunca se distraía, mientras que tú a veces te quedabas dormido o te quedabas dormido en clase.
"¿Necesitas ayuda?" Ofreciste.
Te diste cuenta de cómo fruncía el ceño. Cómo se veía estresado. Claro que siempre tenía esa cara, pero tú lo leíste a la perfección. No querías que se esforzara en absoluto y decidiste acercarte a él para ayudarlo. A tu pregunta, solo recibiste un asentimiento del poderoso as. Te sentaste a su lado y comenzaste a explicarle todo. Él asintió y lo hizo con facilidad.
"Eres un buen profesor", fue todo lo que te dijo.
Lo miraste. No esperabas ni una palabra de él. ¿De verdad pensaba eso? ¿Sólo estaba siendo amable? "¿De verdad crees eso, Ushijima-kun?"
Él asintió en respuesta. Oh, qué bien se sintió cuando lo llamaste Ushijima-kun. Quiere seguir hablando contigo. Y tal vez salir alguna vez. Por supuesto, cuando no tenía práctica de voleibol. Era su pasión.
—Gracias, Ushijima-kun. —Giraste la cabeza para que no viera que tu rostro se teñía de un pequeño tono.
Te regaló una de esas raras sonrisas suyas y volvió a tener ese rostro estoico. Nunca habías experimentado algo así. Fue como algo especial solo para ti. Ahora lo atesorarás en tu corazón para siempre.
Al día siguiente, tú y Ushijima almorzaron juntos. Tú preparaste (tu comida favorita) y él preparó un poco de arroz y curry. Le diste un poco para ver qué le parecía. Lo agarró con los palillos y se lo metió en la boca. ¡Estaba delicioso! Nunca había comido algo así en su vida. "¿Entonces te gusta?"
—¡Sí! —Su rostro se puso tan rojo como el cabello de Tendou.
Él quiere seguir comiéndolo sin parar. Tomó un poco más y se lo comió. Te ríes de sus ojos brillantes. Él se sonrojó aún más profundamente. No esperaba que te rieras de sus payasadas. "Lo siento". Bajó la mirada avergonzado.
—Está bien. Toma, toma más si quieres. —Empujaste la caja de bento hacia él.
Empezó a comer más de la deliciosa comida de tu caja. La mordisqueó y te la tendió. "Toma, l/n-san, puedes comer un poco de la mía".
"¡Oh, gracias Ushijima-kun!" exclamaste.
Han pasado los días y tú y Ushijima deciden caminar juntos hacia la escuela. Miras a tu alrededor y ves que todo parece dulce y tranquilo. ¿Cómo podrías decirle a Ushijima que lo amas? ¿Siente él lo mismo por ti?
Empiezas por el suelo y ves unas flores preciosas en el césped. Ushijima te mira para ver lo hermosa que estás. ¿Cómo podría decirte lo mucho que adora tu sonrisa? ¿Cómo podría decirte todas las cosas que piensa?
Ushijima salió de su hilo de pensamientos y cogió una flor. La colocó detrás de tu oreja. "No sé cómo explicar esto, l/n-san. Realmente no sé cómo explicar mis sentimientos. Siento que me cuesta respirar contigo cerca y yo..."
Lo interrumpiste con un beso suave y delicado en los labios. Sus ojos se abrieron de par en par por la sorpresa. No se lo esperaba, pero lo dejó pasar, cerró los ojos y te devolvió el beso suavemente. Ambos se separaron y se sonrojaron como locos. "¡Siento lo mismo, Ushijima-kun!" Sonreíste.
Y esa fue la última vez que lo llamaste Ushijima-kun.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
