Día 19: hair pulling

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Los gritos de placer inundaban la habitación de Aruna, mezclándose con el ruido del cabecero golpeando contra la pared. Pero aquella rudeza le encantaba al hechicero, que estaba a cuatro patas sobre el colchón, siendo sacudido por las bestiales embestidas de Onyx, alzado sobre as rodillas y enterrando las garras en las caderas de su amigo.

Los brazos de Aruna temblaban, incapaces de sostenerlo. El placer le nublaba los sentidos, en su cabeza solo quedaba espacio para la enorme polla del dragón empujándolo sin descanso, con una brutalidad animalística mientras ambos gemían en sonidos roncos. Ardía en deseos de ser partido a la mitad ahí mismo, usado como un contenedor de semen desbordado y humillado. Dioses, cuánto estaba disfrutando el viaje.

Su erección se endureció aún más, liberando pequeñas gotas blanquecinas que caían sobre las mantas arrugadas. No tenía la fuerza ni la voluntad suficientes para tocarse, además, las manos de su compañero continuaban aferrándolo en un intento de penetrarlo hasta el fondo.

El sudor lo empapaba, irritándole los ojos y goteándole desde la punta de la nariz. El choque de ambos cuerpos lo volvía loco, acelerándole el corazón a punto de estallarle en el pecho.

Las fuerzas terminaron flaqueándole. La cabeza se le desplomó entre los brazos, obligándolo a clavar la mirada en las arrugas de las mantas. Cerró los puños, mordiéndose el labio inferior.

—No, no, hechicero —gruñó su el dios enterrando los dedos en su cabello y tirando hacia arriba. El hombre gritó de una mezcla de placer y dolor, dejándose arrastrar—. Levanta la cabeza, precioso, eso es. Muy bien, Aruna, buen chico.

No le soltó del pelo en ningún momento, obligándolo a arquear la espalda. Una sonrisa lujuriosa le tembló en el rostro.

—Eso es, eso es... ¡no pares, por favor! —exclamó Aruna al notar un nuevo tirón.

—No voy a parar, hechicero —dijo penetrándolo profundamente—. Estás muy apre-apretado. Así me gusta —le tiró otra vez—. Te quiero con la cabeza bien alta, no pienso dejarte caer otra vez. 

Kinktober 2024.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora