Pequeños cortos Mechoa y demás ships

Partido, celos y malos entendidos

#Mechoa #Chestappen #Omegaverse

Parte 1

Luis Malagón solo quería conocer a su piloto favorito y sin saberlo era el último contendiente en la extraña imaginación de Lionel Messi y Max Verstappen. Tenía un buen de tiempo sin ver a Guillermo Ochoa, su antiguo capitán ni siquiera esperaba verlo en el banquillo contra Estados Unidos; era sincero consigo mismo, estaba feliz de encontrarse nuevamente con el rizado así que no pudo evitar abrazarlo con fuerza sin importar que toda la prensa lo estuviera fotografiando.

— Estoy muy feliz de verte, Memo — expresó Luis con una gran sonrisa, sus ojos delataban el cariño que le tenía y claramente para cierto omega dominante su mente empezaba a traicionarlo al seguir las fotografías en Instagram.

— Lo mismo digo. — se limitó a responder el rizado sin dejar de reír y estuvieron conversando durante un largo rato, Memo se acercó a Rafael para hablar de algunos temas sobre el partido e iba ignorando por completo al director técnico.

Todo el mundo sabía que Guillermo y Javier no tenían una buena relación, por eso dudaba si quiera de estar ahí. Rafael un insistió un poco al ser la gran despedida de Andrés Guardado con la selección mexicana, todos esperaban ver a los tres canteranos en un solo lugar y más en el momento más especial del número 18. Luis claramente no dejaba de seguir a Memo como un pequeño cachorro — Ven, ayúdame con esto — pidió Ochoa al notar la emoción del menor, en la mente del joven portero solamente estaba conviviendo con un amigo.

Para Lionel Messi, Luis Malagón estaba coqueteando con SU ALFA.

Todo aquel conociera a Ochoa sabía que en sus momentos de soltería solía estar con cualquiera casta, siendo criticado por sus gustos peculiares, aunque para otros era una señal de diversidad sexual — O algo así. Sigo sin entenderlo, simplemente me enamoré de alfas y ya. Ni estuvo tan chido... — comentó a Malagón cuando le enseñó un articulo acerca de las orientaciones sexuales actuales y el rizado solo soltó un suspiro — Imagina como estuvo mi esposo, cuando salió con un omega ¿Qué locura, cierto? — dijo a modo de broma y Luis empezó a reír.

En Miami Luis Suárez buscaba calmar a su mejor amigo al notar como todas las redes sociales se emocionaban con el reencuentro de Guillermo Ochoa con Luis Malagón, al principio creyó que era tan solo una rabieta del más bajo — Tranquilo, Leo. — susurró ante el fuerte olor del omega y sentir su mirada provocó que saliera huyendo de la habitación, solo sabía que el alfa mexicano pronto sería castigado.

El final del partido llegó con un México victorioso y esa noche Guillermo tardó en responderle los mensajes a su esposo, aumentando más la imaginación de Messi. Si tan solo supiera que Guillermo terminó siendo el primero en caer dormido e ignoró por completo a Andrés Guardado; otro estresor de Messi era saber que el ex de su esposo sería compañero de habitación. Juraba tomar el primer vuelo del día siguiente para no despegarse de él — ¡A lo mejor están hablando de su antiguo romance! ¿Y si me pide el divorcio? No soy capaz de... — dijo en modo de queja y Suárez abrazó a su mejor amigo con fuerza.

— Lo dudó Lio, tranquilo. ¿Sí? — exclamó con paciencia, sabía de primera mano la situación que habían tenido aquella pareja con Guardado.

Andrés Guardado fue el villano que vendió una línea de pasión oscura y fantástica.

La verdad era que Guillermo solicitó cambiar habitaciones y terminó con Malagón esa noche.

Al día siguiente el primero en despertar fue Guillermo Ochoa y reviso su celular notando los miles de mensajes de su esposo, le marcó varias veces, pero sin éxito — Debe estar entrenando — se dijo así mismo algo preocupado, un largo baño le ayudó a calmarse y bajo a desayunar con Malagón, que no dejaba de sonreír al tener la atención de su ídolo, casi un padre. Andrés quiso acercarse a Ochoa, pero el joven portero fue el encargado de espantarlo de la mesa — gracias, Bats. No tenía humor para hablarle — comentó con tranquilidad y la fotografía de ambos porteros abrazados circulo por completo en todas las redes sociales.

Aunque la que atrajo más emoción entre los fans mexicanos fue la de Sergio Perez ingresando a saludar a Guillermo — ¡Hey Memo! — exclamó con alegría y el rizado no dudó en acercarse — Gran partido el de anoche ¿Eh? — expresó burlón y con todo el afán de molestar a su amigo.

— Pendejo — dijo entre risas — Te voy a presentar a un amigo. — se giró un poco para llamar a Malagón quién se fue acercando con timidez — Luis Malagón, es el wey del que siempre te habló. — comentó.

Sergio sonriente extendió su brazo para saludarlo y Guillermo solo observaba con una sonrisa.

Una flash y minutos después en el estado de Instagram el portero actual del América subió su foto.

Luis Malagón tenía una sonrisa boba donde no dejaba de admirar la foto junto con sus dos ídolos, pero la voz de Guillermo interrumpió su ensoñación en aquel momento — Hey, Bats. Vamos a desayunar con Checo, apúrate wey — ordenó el alfa mayor y el más joven se acercó al piloto de forma cortés.

— Déjame ayudarlo con su mochila, insisto — dijo emocionado el joven alfa y Sergio no pudo evitar aceptar al notar aquella actitud cortés del menor.

"Y en otras noticias... Sergio Pérez la está pasando de maravilla en México. Siendo acompañado por su amigo Guillermo Ochoa y ¿Siendo cortejado por el joven portero del Américas, Luis Malagón?"

Charles Leclerc tragó saliva al leer ese gran encabezado y miró de reojo de su amigo, Max estaba rojo de furia ni siquiera ayudaba en que Sergio no respondiera el celular — Tranquilo, hombre. Debe ser chismes, ya sabes como es la prensa. — trató de razonar con el alfa, pero Max no escuchaba razones y estuvo de malhumor el resto del día.

Luis Malagón sintió un gran escalofríos ese día y por alguna extraña razón — Siento que mis bolas están en peligro — expresó con terror y Edson simplemente negó con la cabeza ante ello, inclusive él podía ver a Messi y Max asesinar a su amigo muy pronto.