¿Donde está Guillermo?

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− No puedo creer que vieras a Julián y a su nuevo novio fumando – dijo Andrés Guardado mientras partía aquel trozo de chocolate al mismo tiempo que miraba a su mejor amigo, Guillermo Ochoa que trabajaba como niñero para el mejor jugador del mundo.

− Bueno querido, me da gusto que no estuvieran fumando después... ya sabes ... − Dijo algo coqueto y nervioso al recordar aquellos momentos en su adolescencia.

− Es muy chico... para ya sabes – respondió de inmediato Guardado.

− Créeme Andresito, los chicos de hoy ya hacen el tu ya sabes antes de que lo sepas... − dijo algo inquieto Guillermo.

− ¿Y qué harás? ¿Se lo dirás al Señor Messi? –

− ¿Estás loco Andresito? ¡Jamás podría traicionar la confianza de Julián! Eso y por qué él sabe muchas sobre mí que el Señor Messi no puede saber o me despediría y créeme principito, yo quiero ir ese mundial de vacaciones gratis así que me ocurrió algo mejor – dijo emocionado mientras se levantaba de la mesa para ir a la cocina y sacar una cajetilla de cigarros – Yo voy a dejar que el Señor Messi me vea fumando a mí y se perfectamente que su lado cascarrabias provocará un fuerte regaño y ahí estará Julián para verlo –

− ¡Oh! Eso es una gran idea Memito, sin duda alguna – Dijo con una gran sonrisa el joven omega mexicano mientras observaba su postre de chocolate.

− No entendiste nada ¿verdad? – preguntó el omega de cabellos rizados a su mejor amigo y solo soltó un largo suspiro al ver como negaba de inmediato – Cuando Julián vea como el Señor Messi me regaña y se enfade conmigo se sentirá tan petrificado que no querrá fumar nunca más – aunque ambos se quedaron en silencio al escuchar las voces de ambos alfas llegar que Guillermo encendió rápidamente su cigarrillo y dio un par de caladas – Oh vaya, de repente se me antoja revivir mi adolescencia, lástima que Manuel Neuer me fue infiel... − comentó y Andrés empezó a reír un poco.

Desde hace tres años el gran jugador Lionel Messi había contratado a un niñero para sus tres hijos, aunque jamás pensó que le daría algunos dolores de cabeza, se suponía que no tendrían mucho contacto, aunque ahora parecía ser un integrante más de la familia, pero, aunque jamás se lo dijera estaba muy feliz de tenerlo como empleado. O al menos así pensaba hasta ver al responsable de sus hijos fumando libremente y dentro de la propia casa − ¡Pero Señor Ochoa! ¿Qué es lo que cree que esta haciendo? – Julián al ver a su niñero en esa posición fumando se quedó perplejo y en silencio.

− ¡Oh por dios! ¡Señor Messi nunca espere que llegará a esta hora! No detestas que eso te pase – Lo último lo dijo como una indirecta para el cachorro alfa que tragaba su saliva por el miedo.

− ¿Acaso esta demente? Usted esta fumando frente a mis hijos, siempre he sabido que no es muy brillante, pero de todas las estupideces que ha cometido, esta es la peor – expresó Messi enojado sin percatarse de sus propias palabra, en ese momento el mayordomo Javier Hernandez bajaba por las escaleras, bendiciendo a todos mentalmente al percatarse que llegaba justamente en el momento del chisme.

Guillermo se disculpaba con su jefe hasta que se quedó en silencio y se volteó para mirarlo con una de sus cejas alzadas y llevando una de sus manos a sus caderas ante esos comentarios − ¿Qué ha dicho? ¿Me cree estúpido?  −

− Es que no encuentro alguna otra explicación – respondió de mala manera el alfa argentino provocando que el omega se acercara lentamente hasta a él, recalcando la gran diferencia de altura que tenía y no dudó en apoyar una de sus manos sobre el desayunador para inclinarse un poco hasta el jugador.

− Le puedo asegurar que hay un imbécil aquí justamente ahora y créame que no soy yo – respondió de la misma manera el de cabellos rizados.

Andrés y Javier al percatarse de la tensión de ambos prefirieron alejarse un poco para escuchar aquella pelea, disfrutando del café y postre de chocolate hasta que Andrés se sintió ofendido − ¡Hey! ¿Ahora que les he hecho? – Hernandez lo calló metiendo una cuchara de crema batida al sentir ambas miradas asesinas.

Pequeños cortos Mechoa y demás shipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora