Pequeños cortos Mechoa y demás ships

Amor del Otzo

Si a Guillermo Ochoa le hubieran dicho que encontraría el amor en un OTZO, jamás en su vida lo hubiera creído. Y ahí estaba él, admirando ese chico vestido de negro, con el cabello largo y una mirada perdida, que solo le regalaba la más bonita sonrisa del mundo. Aunque el nerviosismo fue mucho mayor y solo se limitó a decir:

- "Hola, buenas noches ¿es todo lo que vas a llevar?" - "Pendejo" pensó en esos momentos. El corazón del mexicano latía con fuerza al ver esa bonita sonrisa tímida del menor.

Por otro lado aquel misterioso joven de caballera larga, solo le sonreía... había sido una noche bastante dura para él y estar en un país solo, le hizo a caer en una depresión y hoy era una de esas noches donde quería solo desaparecer; ni siquiera pensó en nada y entró al establecimiento, quería sentir dolor "Esta mierda no matará, pero al menos tendré un aliento genial" había pensado minutos antes y ahora solo miraba a ese joven cajero de cabellos rizados. Hasta que su voz interrumpió sus pensamientos - "Solo llevaré esos chocolates, por cierto, lindos rizos... Lionel Messi - sonrío un poco más animado y se despidió de ese bonito cajero, no pudo evitar apreciar como esas mejillas se tornaban rojas aliviando un poco el vacío de su pecho.

Y los días viernes se convirtieron en los favoritos de ambos, donde Andrés Guardado y Sergio Agüero bautizaron ese día como "Mechoa" ya que ese día era la excusa de Lionel Messi para ir a comprar a cada rato, al enterarse que era los únicos días donde Guillermo se quedaba a realizar un turno completo para apoyar al principito por sus clases y Andrés solo podía observar la sonrisa de idiota enamorado en su mejor amigo, que era demasiado tímido para siquiera ofrecerle algo de la tienda.

Quien diría que muchos años después, se encontraría en un partido representando a su respectivo país. Recordando que ambos era el amor de su vida y que por azares del destino, siendo tan caprichoso, los separo para hacerlos madurar.