Capitulo XXII

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Habían pasado dos días desde el incidente de la caja y Minho seguía sin encontrar al alfa que lo había amenazado

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Habían pasado dos días desde el incidente de la caja y Minho seguía sin encontrar al alfa que lo había amenazado. Era obvio que alguien lo estaba protegiendo.

Esa mañana se despertó antes que Jisung y no pudo evitar sonreír al verlo dormir. Su omega, con un puchero adorable en los labios y esos pequeños rizos negros desordenados que caían sobre su frente, parecía un ángel.

Las mejillas de Jisung brillaban realzadas por el embarazo que comenzaba a notarse en su pancita. Cada día que pasaba le resultaba más difícil mantener las manos alejadas de ese pequeño abultamiento; le parecía tan tierno que deseaba acariciarlo sin parar.

Al ver a Jisung moverse Minho no pudo evitar envolverlo entre sus brazos, inhalando su característico olor a manzanilla y lavanda que siempre lo tranquilizaba. Sin embargo un instinto profundo dentro de su lobo le decía que no debía irse. Con el corazón apesadumbrado, se levantó decidido a dejar a su omega aún dormido.

Mientras se cambiaba para salir sintió unos brazos rodearlo por la espalda. Se giró encontrando a Jisung con los ojos entrecerrados, todavía adormilado. Esa imagen era sin duda la mejor de su vida, su omega, en shorts verdes de seda estirándose y dejando ver su pancita, iluminaba la habitación con su belleza.

— Buenos días — saludó Minho, inclinándose para darle un suave beso en los labios.

— Buenos días — respondió Jisung haciendo un puchero — Pensé que hoy ibas a pasar el día conmigo — agregó, su voz llena de inocente decepción.

El lobo de Jisung había despertado con el deseo de tener a su Enigma cerca sin querer que se alejara ni un segundo.

Minho lo abrazó con fuerza sintiendo el latido de su corazón.

— Solo me iré por un par de horas — le prometió. — Regresaré pronto y podremos disfrutar del día juntos.

— Quería que te quedaras pero está bien — dijo Jisung en un susurro, sus ojos reflejando una pequeña decepción mientras sus dedos jugueteaban con el borde de su camisa.

Minho se acercó acariciando suavemente la mejilla de su omega antes de inclinarse para dejar un beso en su frente.

— Es algo importante cariño, tengo que salir — le dijo con voz calmada, sus ojos buscando tranquilizarlo — Pero te lo prometo, en cuanto regrese pasaremos todo el día juntos haciendo lo que tú quieras. Sólo tú y yo ¿sí? — añadió, esbozando una pequeña sonrisa mientras entrelazaba sus manos con las de Jisung.

Jisung asintió pero sus ojos reflejaban una preocupación que Minho no pudo ignorar. Después de un tierno beso salió de la casa aún con el eco de la mirada de su omega en su mente.

La reunión a la que asistía ese día era en un club que buscaba aliarse con él. Normalmente Minho no se ocupaba de estos asuntos pero el lugar prometía una innovación importante para la ciudad, así que decidió ir personalmente.

𝐂𝐚𝐝𝐞𝐧𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐋𝐮𝐧𝐚 ~ 𝐌𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora