Capitulo XXXVII

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La sorpresa se reflejaba claramente en los rostros de ambos

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La sorpresa se reflejaba claramente en los rostros de ambos. Minho entrecerró los ojos procesando cada palabra con una intensidad que lo traicionaba. Saber más de su madre no era solo un detalle curioso; era como reconstruir una figura que siempre había creído conocer, pero que ahora parecía un rompecabezas incompleto. Jisung, sentado a su lado sentía cómo las piezas de una historia que solo había intuido comenzaban a encajar de forma dolorosa.

Agnese estaba frente a ellos, su postura relajada contrastaba con el temblor sutil en sus manos que sujetaban la copa. Giraba el cristal lentamente, como si al hacerlo pudiera darle forma a recuerdos tan lejanos como desgarradores. Una sonrisa teñida de amor y tristeza cruzó sus labios antes de que comenzara a hablar.

— Ella era una alfa brillante destinada a ser una abogada excepcional — dijo con voz baja, como si las palabras tuvieran que cruzar un nudo en su garganta antes de salir. Sus ojos se clavaron en un punto perdido de la mesa — Yo acudí al bufete buscando ayuda, y fue ahí donde la vi por primera vez.

Agnese dejó escapar una risa breve, pero no logró ocultar el dolor que escondía detrás de ella.

— Cuando la llamaron para ser la ayudante en mi caso, recuerdo cómo se negó sin pensarlo dos veces. Dijo que no estaba interesada en asociarse con basura de la mafia.

Jisung observó cómo Minho tensaba la mandíbula al escuchar esas palabras. Sus ojos se entrecerraron apenas, pero el leve tic en su ceja delataba que le dolía escuchar a alguien describir así a su madre. Agnese pareció notar su reacción pero continuó, su tono ahora más cálido, como si el recuerdo suavizara la dureza de las palabras.

— Al principio me ignoraba por completo. Era firme orgullosa y al mismo tiempo, absolutamente fascinante. Pero todo cambió una noche… una noche que marcó nuestras vidas para siempre.

Hizo una pausa como si necesitara reunir fuerzas para continuar. Minho impaciente pero sin querer interrumpir, dejó que sus dedos golpearan suavemente la mesa. Agnese tomó aire y siguió, su voz quebrándose apenas.

— Esa noche insistí en llevarla a casa. Ella no quería aceptar mi ayuda, como siempre. Pero al final lo hizo. Yo creí que estábamos lejos de cualquier peligro, confiada de que no había nadie siguiéndonos… pero me equivoqué.

Minho se tensó visiblemente, enderezándose en su asiento. Podía anticipar lo que iba a escuchar.

— Fue un atentado. Todo sucedió tan rápido… Demasiado rápido — Agnese bajó la mirada, como si reviviera el momento — Yo podía haber evitado el disparo. Pero ella… ella saltó para protegerme.

Agnese apretó los labios antes de continuar, su voz ahora llena de nostalgia y dolor.

— Ella quedó herida en la pierna. Recuerdo el pánico en sus ojos y el enojo en los míos. Yo, una alfa acostumbrada a controlarlo todo, me sentí completamente vulnerable. Pero fue ahí entre el caos, donde me di cuenta de que me había enamorado de ella.

𝐂𝐚𝐝𝐞𝐧𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐋𝐮𝐧𝐚 ~ 𝐌𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora