Jisung nunca planeó quedar embarazado y mucho menos del jefe de la mafia más peligrosa del país Lee Minho. Ahora atrapado en un mundo de sombras y violencia Jisung no solo debe protegerse a sí mismo sino también al los bebés que lleva dentro. Mientr...
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El día en que se reunieron con los padres de Jisung había terminado con una ligera tensión, pero a pesar de ello sus padres fueron comprensivos al aceptar las estrictas medidas de seguridad que Minho implementaba. Sin embargo hubo algo que Jisung mencionó que llamó la atención de Minho.
— Lo siento — dijo Jisung con una sonrisa que no logró ocultar del todo su tristeza — no salió tan bien como esperaba.
Minho lo miró con ternura, suavizando su expresión mientras tomaba su mano.
— Lo único que realmente me importa es lo que tú pienses de mí. Tus padres solo están preocupados, como cualquier padre lo estaría. No los juzgo por eso — respondió Minho acariciando el dorso de su mano con el pulgar — De hecho creo que ahora entiendo a Doyun cuando le dijo a Felix que quería que encontrara una pareja fuera de este mundo. Yo querría lo mismo para nuestros hijos.
Minho se detuvo un momento, su mirada se volvió más profunda, como si las palabras que venían a continuación tuvieran un peso especial.
— Y en cuanto a nosotros... — continuó, su voz cargada de sinceridad — si algún día nuestro estilo de vida se vuelve demasiado para ti, o para nosotros, te prometo que siempre pondré nuestro bienestar primero. Si eso significa dejarlo todo atrás, lo haré. Por ti y por nuestra familia, siempre estaré dispuesto a tomar esa decisión.
Jisung sintió que el peso en su pecho se aligeraba ante las palabras de Minho. No solo escuchaba promesas vacías, sino un compromiso real y palpable. Sabía que aunque Minho era fuerte y poderoso, su amor por él y por la familia que estaban formando era aún más grande.
Comprendió entonces que en el fondo de cada decisión, Minho siempre pensaba en el bienestar de los suyos y que estaría dispuesto a renunciar a todo por ellos si alguna vez se lo pidiera.
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La marca, un símbolo esencial e inquebrantable entre parejas destinadas, no solo era un vínculo físico, sino una conexión espiritual que unía a dos almas en una sola.
En su mundo la marca no solo era un testamento del amor y deseo entre un Enigma y su Omega, sino también una promesa de pertenencia eterna. Sin embargo con esa unión también venía el riesgo, si uno de los dos moría, la ausencia de su lobo podía sumir al otro en una profunda y eterna tristeza. Aun así la naturaleza les otorgaba una razón para sobrevivir la cual era los hijos.
