Rumor

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Alex

El día no podría mejorar. Escucho el rumor mientras estoy en el gimnasio: Ethan se ha lastimado el pie en su entrenamiento de fútbol. Y no una simple torcedura, no. El pobre imbécil está enyesado y va a tener que hacer reposo por dos semanas. Esto significa que no habrá baile para el príncipe encantador de Mia. Y, sinceramente, no puedo evitar sonreír. ¿Quién lo diría? La vida tiene una forma retorcida de hacer las cosas entretenidas.

Miro a Mia desde la distancia mientras camino hacia el pasillo donde está con Alisson. La situación es perfecta. Me acerco lentamente, fingiendo compasión. Esto va a ser bueno.

—Pobre Clair —digo en un tono condescendiente mientras apoyo mi brazo en el respaldo de su silla—. ¿Qué harás ahora? ¿Sin pareja para el gran baile? ¿O vas a perder esos diez puntos por capricho?

Mia me lanza una mirada que, si pudiera, me mataría en el acto. Pero yo solo sonrío más amplio, disfrutando del momento.

—Te quedan pocos días, ¿eh? Mejor date prisa. Quizás encuentres a alguien que quiera perder el tiempo contigo. Claro, si es que te queda alguna opción —suelto, dándome la vuelta con una risa contenida.

Sé que estoy siendo un imbécil. Pero es lo que hago, y con Mia es casi imposible evitarlo. Su reacción es siempre la misma: odio absoluto, furia... y por alguna razón, eso solo hace que quiera molestarla más. ¿Por qué ella siempre saca esta parte de mí?

Mia

El día no puede empeorar. Después de la burla de Alex, estoy tratando de mantenerme tranquila. Alisson ha tratado de consolarme, diciendo que encontraré a alguien para ir al baile, pero la verdad es que estoy cansada de toda esta situación. No es solo que me quedé sin pareja, es el hecho de que Alex no deja de meterse en mis asuntos.

Suspiro mientras camino hacia mi casillero, dispuesta a recoger mis libros y desaparecer por lo que queda del día. Pero al abrirlo, algo llama mi atención. Un brazalete rojo está ahí, colgando del gancho donde suelo dejar mi chaqueta. Lo tomo, frunciendo el ceño. ¿Qué es esto?

Hay una nota. La abro despacio, y al leerla, mi corazón se detiene por un segundo.

"¿Quieres ir al baile conmigo?"

Firmado: Alex Hill.

Me quedo congelada, sin saber qué pensar. Miro la nota una y otra vez, esperando que, de alguna manera, las palabras cambien. Pero no lo hacen. 

Ahí está, su nombre, claramente escrito.

¿Qué está tratando de hacer? Me quedo desconcertada, incapaz de comprender por qué Alex, de entre todos, me invitaría a mí al baile. Cualquier chica en esta escuela mataría por ir con él. 

Entonces, ¿por qué yo?

Mi mente da vueltas, pero no encuentro una respuesta que tenga sentido. ¿Acaso me está jugando una broma.

Después de pasar el resto del día con la nota de Alex rondando en mi cabeza, finalmente me decido a escribirle por Instagram. No puedo quedarme con la duda, tengo que saber por qué me ha invitado al baile. Tal vez sea alguna broma de mal gusto, algo típico de él, pero necesito confirmarlo.

Abro el chat, mis dedos titubean un segundo antes de escribir el mensaje.

"¿Por qué hiciste eso?"

Envío el mensaje y, casi de inmediato, veo que lo ha leído. La espera se me hace eterna, aunque apenas pasan unos segundos antes de que me responda.

"¿Qué? ¿El brazalete? Ya te lo dije, Clair. No quiero perder mis 10 puntos."

Dime que me odiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora