『𝐅𝐞𝐝𝐞』

177 18 7
                                    

La puerta de había abierto y Alán y Álex estaban ahí, al parecer no los habían dejado entrar en un auto para si mismos, y eso lo odio, los tratan como basura, cuando no son sólo eso, les sonreí y deje que pasarán, ellos eran mis amigos, mis compañeros que estuvieron en las buenas y malas de mi vida.

—. ¿Qué les dijeron?—. Pregunté mirandolos.

—. Que no nos dejarían un auto solos ya que sólo somos asistentes tuyos—. Respondió con un pequeño gruñido leve, eran muy idiotas para no dejarlo hacer eso.

—. Adelante, sientense, no hay ningún problema—. Les dije con otra sonrisa contagiosa, y ellos soltaron una risa.

—. Eres una persona muy amable, Fede, no sabríamos que hacer sin ti—. Mencionó sentándose en los asientos.

—. ¿A-ah?—. Balbucee confundido.

—. Que no sabríamos que hacer sin ti—. Repitió—. La gente creé que eres el único malo, el único que tiene mala reputación y piensan que eres el idiota o grosero, cuando en realidad, eres el único bondadoso de este infierno—. Me sonrió.

—. ¡C-claro que sabrían que hacer sin mi!, ¡s-solo soy su apoyo, n-no me necesitan a mi!—. Me sorprendi por sus respuestas haciendo que esa fuera mi excusa.

—. No, si te necesitamos a ti, apa—. Me volvió a decir—. ¿Recuerdas que nosotros éramos huérfanos?, ¿qué el qué nos agarro solo fue para servirte?, ¿qué te odiamos al inició ya que nos habían contado de ti?, ¿recuerdas como nos enseñaste varias cosas que nosotros no sabíamos por no ir a la escuela?, tú nos enseñaste y no fuiste ausente con nosotros, siempre estuviste al pendiente y nos enseñaste lo que se suponía que un niño de la edad nuestra edad debía aprender, fuiste nuestro padre sin darte cuenta—. Terminó y yo estaba ya apuntó de llorar.

Todo era verdad, desde que mi padre los había traído, yo solo los mire, tenían un semblante serio, tanto que ni sonreír podían, les deje entrar a mi habitación sabiendo que no habrían nada, ellos entraron y le cerré la puerta a mi padre, Alán y Álex me habían insultado en ese entonces, y era obvio que lo harían, el señor ese le habían dicho de cosas.

—. Además que debes recordar que empezamos a darte más cariño y empezamos a conocerte más, y supimos lo que en realidad pasabas, para nosotros eres más que un amigo—. Me dijo Álex con otra sonrisa, dios.

—. ¡Ya callense que me hagan llorar!, dios con ustedes—. Dije tirando algunas lágrimas, me sentía algo alagado, y eso jamás lo había sentido.

—. Pero si es la verdad Fede—. Repitieron de nuevo, ¡quería que pararan!

Paso un largo rato en el que ellos me decían alagos o así, hasta que el auto se empezó a mover, marcando que íbamos ya, pasaron solo unos minutos para que el auto se detuviera, yo ya sabía lo que era, y ibamos a tardar un buen rato, y no miento, iba sentado hasta que sentí mi teléfono vibrar marcando un mensaje.

Lo saqué y si, era Ian, este me pregunto si podía ir con nosotros y yo, como solo éramos tres, le respondi un "ok", era lo que se me ocurrió, hasta que lo guarde ya que mi mamá había entrado, estaba nervioso, ya que Ian iba a venir, ella se sentó en un lugar y me sonrió, pero después se abrió la puerta dejando ver a Ian.

Yo pensaba que lo mataría, pero al parecer no fue así, lo que sí se, es que mi mamá le preguntó todo lo que yo le había dicho a ella, era muy vergonzoso, pero no era nadie para decirlo, pero lo que incluso me asustó a mi.

Fue cuando dijo que lo quería conocer más...

𝐌𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐢𝐝𝐚 ||𝐈𝐚𝐧𝐟𝐞𝐝/𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora