Sunbae and I || Suga || 1y2temp

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Se termina la clase de baile y Hoseok, como nunca, sale corriendo sin siquiera despedirse hacia su siguiente clase e inevitablemente nos deja solos, a Chan y a mi. Nunca antes me había sentido incómoda con él, ni siquiera cuando nos conocimos y esta situación me duele pero no puedo evitar que haga lo que estuve a punto de hacer en el restaurante.

- __t/n__...

Ahí viene. Lo inevitable.

- ¿Sí oppa? - mi voz tiembla un poco.  

- Hoy en el restaurante quise decirte algo pero no pude, quisiera decirtelo ahora - fingo atar mis zapatillas y miro el suelo. Él se arrodilla, pone su mano en mi mentón y me obliga a verlo.

- Deja de fingir, ¿quieres? - debo decir que no eran las palabras que esperaba escuchar, así que me sorprendo y mi rostro lo demuestra.

- ¿Fingir qué oppa? - me pongo de pie.  

- El amor no se puede disimular, __t/n__. ¿Cuánto tiempo seguirás negándotelo?

- O-oppa... - no sé que decir. Sus palabras son tan distintas a lo que esperaba. 

- Que pretendas que no te importa Yoongi te está haciendo daño, ¿qué no lo ves? La única manera de terminar con ello es confesando tus sentimientos, ahí es cuando sabrás si son correspondidos o no. Si no lo son, al menos no te preguntarías "...¿y si en lugar de haberme quedado callada, le hubiera dicho lo que siento? ¿Eso hubiera cambiado algo?"

- Oppa... - parezco una boba pero su actitud me pone en este estado.

- Verte sufrir me hace daño __t/n__, me hace querer ir y romperle la cara a ese estúípido por cada lágrima que derramas por él. Él no se merece a una persona como tú pero no puedes luchar contra tu corazón, así que no seas cobarde y arriésgate - ahora parece estar regañándome.

- ¿Qué hay de ti oppa? - me está pidiendo que me arriesgue, que no sea cobarde pero él no sigue su propio consejo.

- ¿De mi? ¿Qué quieres decir?

- Steph me contó que hoy... tú... - bajo la mirada un segundo, respiro hondo y levanto la cabeza. -... oppa, ¿qué intentabas decir hoy en el restaurante? - quiero oirlo de sus propios labios. Se acerca a mi, acaricia mi mejilla para luego abrazarme.

- No quería que te enteraras de esta forma pero hace tiempo ya que no te veo como una simple amiga. Un día, sin darme cuenta, te volviste la única chica que mis ojos podían ver, la única que hacía que mi corazón se acelerara con tan solo tocar mi mano. Pero ahora que conozco tu corazón, lo único que quiero es verte feliz, incluso si no soy yo quien haga que tu corazón se acelere - con cada palabra que dice, lágrimas que caen por mis mejillas mojan su remera. 

- O-oppa... - afloja sus brazos y secan mis lágrimas con sus manos. También hay lágrimas en sus ojos. Extiendo mis brazos para tomar sus mejillas y secar sus lágrimas. - Perdóname por no darme cuenta cuando todo el mundo lo sabía. 

- No estoy diciendo esto para que me tengas lástima __t/n__, simplemente estoy siguiendo mi propio consejo. Ya, deja de llorar o tus mejillas quedarán sonrojadas hasta mañana - sonríe y las pellizca.
Lo abrazo tan fuerte como puedo mientras él pone su brazo gentilmente sobre mi espalda y con su otra mano acaricia mi cabeza.

- Prometo no llorar más y ser feliz, por ti oppa.

- No lo hagas por mi __t/n__, hazlo por ti misma.

Nos quedamos abrazados un rato más, hasta que recuerdo que todavía debo ducharme antes de ir a la clase de Yoongi. 

**

Maldita sea, ya estoy retrasada 5 minutos. ¿Puede ser que nunca pueda llegar a horario?. Llego a la puerta del estudio y me freno. Por debajo de la misma se puede ver que hay luz y una sombra se mueve. Debe ser él, seguramente enfadado por mi retraso. Respiro hondo, lista para escuchar su voz regañandome y la puerta se abre.

- Oí tus pasos, llegas tarde - un Yoongi irritado me invita a ingresar. Le hago una reverencia silenciosa y entro. 

Ok, ahora empiezan los mismos regaños de siempre. Para mi sorpresa, toma la llave de la puerta y le da dos vueltas a la cerradura. Nunca antes cerró con llave, ¿qué hace?.

- __t/n__, estos días no he podido dormir, componer música, concentrarme en nada de lo que hago porque hay algo que está haciendo que mi cabeza parezca un torbellino salido de control.

Lo miro sin decir nada.

- Y tú eres la única que puede arreglar eso.

- Eh, sun-sunbae, no entiendo...

Se acerca a mi con pasos lentos al principio y luego los acelera. Sus suaves y cálidas manos se posan sobre mis mejillas y nuestros labios se tocan.
Cuando veía que en las películas de amor que cerraban los ojos al besarse, creí que los actores lo hacían porque así estaba escrito en el guión. Lo mismo con tomar el rostro del otro o abrazarlo por la cintura.

Apenas nuestros labios hacen contacto siento un temblor que recorre todo mi cuerpo. Mis ojos se cierran y siento como mueve sus labios contra los míos. No es nada parecido a lo que me imaginé. No lo puedo poner en palabras, sus labios son como el terciopelo; su nariz chocándose contra la mía; su respiración tibia mezclándose con la mía al igual que nuestra saliva. Sus manos se mueven y acarician mi rostro, ruborizándome aún más.

Así se siente besar  a un ángel.

Mis brazos comienzan a relajarse al lado de mi cuerpo mientras él va bajando su mano por mi cuello, pasando por todo mi brazo hasta llegar a  mi mano. Entrelaza sus dedos con los míos y con la otra mano, la pone en mi espalda baja y me empuja contra él, sin nunca separar nuestros labios. Mis rodillas me traicionan y se vuelven débiles pero logro mantenerme en pie.

Estoy teniendo mi primer beso con Yoongi.

Esto debe ser un sueño. Tiene que serlo. El malhumorado Yoongi que conozco nunca podría besar como un ángel. ¿Podría ser que es un ángel disfrazado quizás? 

Cuando siento que me falta el aliento, separo mis labios de los suyos. Mi pecho sube y baja rápidamente al ritmo de mis latidos. Él está en la misma situación que yo, solo que trata de disimularlo. 

Sonríe, aún sin quitar su mano de mi espalda y sin soltar mi mano.
Acerca su rostro de nuevo al mío, cierro los ojos, esperando sentir esa suave y tan adictiva sensación que dejaron sus labios en los míos pero siento su frente pegarse a la mía.

- Perdóname __t/n__, por haberte hecho sufrir.

- Sunbae... - susurro sin abrir los ojos.