Sunbae and I || Suga || 1y2temp

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Yoongi, hoy me vengaré de ti. Fingiré que me duele el estómago mientras desayunamos todos juntos. Me retorceré del dolor para hacerte sentir mal. 

Cuando estoy a punto de llevar a cabo mi plan, entra Kendall.
- Hola chicos, ¿cómo está siendo su estadia aquí? ¿Confortable?  - dice sonriendo.
Todos dejamos de comer y asentimos.
- Lamento interrumpir su desayuno pero quería presentarles a mi hermana menor, Steph.

Una chica de 1,70 m de altura apróximadamente, complexión atlética, cabello castaño claro largo ondulado y tez bronceada aparece y deja a todos los chicos de la sala con la boca abierta. Seguramente si yo fuera un chico, también reaccionaría así. 

- Ay no puedo creer tener a BTS en frente de mi! - Tiene una voz algo chillona que no va con su aspecto. Namjoon, Hoseok y Yoongi se levantan y le hacen reverencias para saludarla. Yo también me levanto para saludarla pero me mira como despreciándome.
- Steph, ella es __t/n__ de G:FIRE. Seguro la conoces - le dice su hermano.
Nos saluda por educación, a Chan y a mi, y sigue fangirleando con los chicos. Después de unos minutos ya entra en confianza y comienza a sacar unas fotos. Pone su brazo sobre sus cuellos y junta su mejilla con las de ellos. Los chicos se sonrojan un poco al tener skinship con ella. 

- Ya Steph, prometí presentártelos y ya lo hice. Ahora vamos que están ocupados. - Trata de convencer a su hermano para que la deje quedarse un poco más pero no lo logra.

Cuando se va, Namjoon pone cara triste.
- A Namjoon sunbae le cayó bien la hermana de Kendall - bromeo.
- No! Yo... Yo sólo... .
- Ya, Namjoon-ah, te gustó Steph - lo codea Hoseok.
- Vamos chicos, llegarán tarde a sus clases - nos regaña Sun Gi oppa.

Mi plan de venganza quedó frustrado por Steph. Ahora tendré que pensar en algo más.

**

Salgo de la clase baile y en mi camino a ducharme, me cruzo con Steph y me invita a tomar un café.
- Oye, tú convives con ellos, ¿cierto? - se ve que le gusta ir directo al grano.
- Sí. - ya tengo una idea de la razón por la cuál me invito.
- ¿Tienes el número de celular de Suga? - me dice con la sonrisa más falsa del mundo.
- Lo siento, no lo tengo. - la expresión en su rostro cambia un poco pero después de unos segundos, esa sonrisa vuelve.
- Tienes cara de ser buena persona __t/n__. ¿Me harías un favor?
- Uuum... claro - contesto algo dubitativa.
- ¿Podrías conseguir su número para mí? ¿Por fa, por fa, por favor? - trata de comprarme haciendo aegyo y la verdad, me da verguenza ajena.
- Uuum... no tengo una relación muy cercana con Yoongi sunbae - trato de que entienda que no puedo hacer lo que me pide pero vuelve a rogarme y termino aceptando. ¿Por qué no se decir que no?

Mientras terminamo los cafés, la persona que menos esperaba que se apareciera, aparece. Yoongi viene desde el mostrador con un café para llevar en su mano.
- __t/n__, ¿qué haces aquí? - se dirige a mi, ignorando totalmente a Steph. Para ser sincera, me gusta un poco su actitud de indiferencia para con Steph.
- Oh, Yoongi sunbae... es-estaba con Steph... -
- Yoongi oppa! ¿Quieres sentarte con nosotras? - me interrumpe Steph. Yoongi la mira serio y vuelve a mirarme.
- En menos de 10 minutos tienes una clase conmigo y tú aquí, tan tranquila, bebiendo café? - me regaña.
- No te enojes con ella, yo la invite - Steph trata de incluirse por sí sola a la conversación mía con Yoongi. Sin dirigirle la palabra, toma mi brazo y me lleva con él. No me suelta hasta que estamos a unos pasos del estudio. 

Ambos nos miramos perplejos por la situación.

- Am, entremos - me dice. Abro la puerta y él la cierra luego de entrar. 

Comenzamos a las 9:30 pm y ya son las 12:30 am. Hemos estado 3 horas seguidas encerrados en el estudio y ni siquiera me ha dado 5 minutos para ir al baño aunque sea pero me da miedo pedirle permiso.

No creí que fuera a ser verdad, pero mi estómago me duele un poco y pongo mis manos sobre él, haciendo una mueca de dolor.
Yoongi levanta la mirada y me ve a través del vidrio.

- __t/n__ ¿estás bien? - se dibuja una expresión de preocupación en su rostro. Este es mi momento de vengarme, aunque no planeé que el estómago me doliera de verdad.
- Sí, es sólo que me duele el estómago un poco.

Me hace seña para que salga de la cabina.

- Déjame ver - dice, tratando de levantarme la ropa. Alejo su mano y estiro mi ropa para abajo.
¿Me está pidiendo que le permita levantarme la ropa? NO. NO. NO.

- Sólo quiero ver si tienes una contusión. - De un momento a otro, estamos luchando de manos: él tratando de ver mi estómago y yo tratando de evitarlo. Sin darnos cuenta, damos unos pasos, tropiezo con el sillón, me caigo y Yoongi se cae encima de mi. 

Nuestros rostros quedan a sólos centímetros de distancia, sin nada en el camino entre nuestros labios. Nuestros ojos se clavan en los del otro, sus pupilas están dilatadas, y admiro la capacidad que tienen mis mejillas de sonrojarse tan rápido. Trago saliva, mi respiración se entrecorta y sentir su cuerpo contra el mío es la razón. Estamos tan cerca que puedo sentir su respiración chocar contra mi nariz y los latidos de su corazón acelerarse, como los míos.

Al ver que no se mueve para quitarse de encima mío, con la poca respiración normal que me queda trato de hablar.

- Yoo- Yoon- Yoongi sunbae - mi tartamudeo es peor en esta ocasión. Parece ser que no se había dado cuenta en que posición estaba y, cuando lo hace, se levanta.
- Aaamm, 5 minutos. Un break de 5 minutos y continuamos con la clase. - Sale del estudio. Unos segundos después hago lo mismo.

Voy al baño, me lavo la cara, busco una botella de agua y vuelvo al estudio. Yoongi todavía no regresa. Al estar sola, sin hacer nada, me empiezo a sentir soñiolenta y me siento en sillón con los ojos cerrados. La clase de baile fue extenuante y me quedo dormida.

** YOONGI ** 

¿Se está tocando el estómago? ¿Todavía le duele? No pude haberle pegado tan fuerte, o quizás sí.  Maldición.

Le hago seña para que salga, asi puedo ver si la lastimé. 

- Déjame ver - le digo pero me empuja y no me deja.

Tomo sus brazos para quitarlos y poder ver su estómago pero ella me da pelea. Es bastante fuerte para ser chica. Damos unos pasos y nos caemos sobre el sillón.

Mi cuerpo cae de lleno sobre el de ella. Sus labios, a centímetros de los míos, se ven más esponjosos y suaves que de costumbre. No lo había notado antes pero sus ojos no son de un color normal, son una mezcla de color miel y verde. Mis latidos se copian de los suyos y se aceleran. Mi respiración se corta, trago saliva y sólo su voz diciendo mi nombre me saca de ese trance.

Me doy cuenta de la situación y salgo de allí.

Estúpido. Estúpido. Estúpido. ¿Qué acabas de hacer?

Le doy un break de 5 minutos pero regreso 10 minutos después. Al entrar, la veo sentada en el sillón, durmiendo.

Busco mi campera y la cubro con ella. Se inclina para un lado del sillón pero la alcanzo y coloco su cabeza en mi hombro. Sus mejillas aún están rosadas. No puedo resistirme y las toco. Su piel es suave. Aunque sus párpados estén cerrados, puedo ver sus ojos, clavándose en los míos.

Acomodo mi cabeza contra la suya y me quedo dormido.