Overlord: El Rey De Los Brujos

Capitulo 60: El Norte

Su mirada paso por cada uno de los guerreros presentes, en medio de la marcha. Se pudo permitir ver a detalle a los aliados que vino a buscar, vestidos con ropas de algodón o lino.

Dado que poseian pelajes gruesos qué les protegían del frío, el uso de ropa quizás se debió a cubrir sus regiones inferiores o cuando se volvieron humanos. Tener algo puesto y no estar expuestos.

Los guerreros portaban en su mayoria cotas de maya simples o tenían simples armaduras de cuero las cuales tenían grabados detallados y muy trabajados.

Algunos de los guerreros portaban armaduras las cuales tenían runas antiguas y que reconocía muy bien. Las armas que portaban en su mayoria eran simples pero se podía ver su cultura en el metal, los diseños en las hachas, espadas y lanzas eran variados.

Quizás nombres o frases de sus dueños. No lo sabia con certeza, algunos de ellos tenían marcas con sangre en esa lengua o símbolos que desconocía.

Median más de 2 metros la mayoría y tenían cuerpos muy grandes, aun con su pelaje. Se podía ver a simple vista que ir cuerpo a cuerpo contra uno, era casi un suicidio.

- "El imperio según Rynia posee una cantidad masiva de tropas, no es sorprendente que repongan sus números fácilmente. Aun que todo tiene un límite."

Medito para si y la vio a su lado, aun que pequeña y en etapa de crecimiento. La pequeña elfa oscura se las arreglo para subir la montaña, no estaba acostumbrada a la altura o el terreno.

Por lo que se pudo ver que estaba cansada del viaje de 2 horas, se inclino y la tomó desde debajo de sus hombros. No se resistio y la subió a su hombro derecho.

-Ainz: ¿Mejor?

Ella asintio enérgica con la cabeza.

-Ingrid: Si.

La niña observo a los hombros lobos marchando alrededor de ellos, un contingente del unos 200 casi. Varios habían muerto y otros se habían quedado a defender Stronfall.

Además de estas tropas dejadas atrás, Ainz había alzando a los soldados imperiales como No-Muertos y les dejo fuera de los muros.

Con la orden de atacar a todo aquel que intentará tomar la fortaleza, los muertos vivientes siempre que no fueran atacados por los lobos vikingos. Estarían bien y no se generaría incidentes.

- "Ingrid necesitara un lugar donde dormir, llevamos acampando en cuevas, cabañas abandonadas y en el bosque. Necesita una cama."

Su idea de pedir un alojamiento o pagar por este se freno cuando la humana paso delante de él, mezclada entre los escudos rojos y negros.

Lirika se desplazo con pasos silenciosos y lentos, no concordaban con su velocidad. Supuso era una habilidad pulida por los años como inquisidora.

La humana miro a los lobos y ninguno reconoció la armadura dañada que porto o el emblema qué ella oculto en su peto.

-Ainz: ¿Nerviosa?

Pregunto de la nada a su prisionera y esta respondió notando la mirada de los licanos.

-Lirika: Es extraño volver después de tantos meses. Nada más.

Ella le corto y Satoru si hubiera tenido carne en su rostro. Habría sonreído de forma burlona, genuinamente temía por su vida.

El tío era visto con dudas y hostilidad por los soldados del clan. Los chamanes rodeaban a Ainz con la intensión de detener un ataque repentino de este.

Aun que había visto en primera fila lo que podía hacer, el miedo a la muerte era algo casi olvidado por este pueblo.

El valhalla les esperaba al morir en batalla, nada más importaba. La influencia de la cultura nórdica era bastante obvia, por lo que un jugador sin dudas debió haberles enseñado esta o quizás fragmentos de su mundo habían llegado a este.