Overlord: El Rey De Los Brujos

Capitulo 45: Espinas Rojas

Bajo la luz del sol, los vivos celebraron a los valientes elegidos para luchar en su nombre. En la villa de Pozo Del Sol. Un asentamiento cercano al pantano de Marss y parte de la gran región de Orfeus.

Los habitantes del lugar celebraron el día de reclutamiento, más de 20 de sus hijos, hermanos o padres fueron llamados a las armas.

Casi 200 personas festejaron a sus héroes, aun que era una mero reclutamiento anual como cada año. Se despedían de sus familiares y amigos como se debía.

Se hizo un gran banquete para la población de la villa a la salida del templo dedicado a los Dioses. El ambiente estaba lleno de alegría, jubiló y amor.

Varios bailaban a medida que los músicos tocaban de forma enérgica sus instrumentos. La mayoría de edificios eran de piedra y pronto llegarían más pobladores.

El lugar prospero gracias a las cosechas y el gobernador de la región prometió este año. El envío de más personas para expandir el lugar, pronto Pozo Del Sol sería un pequeño pueblo y próximamente en una generación o más.

Una ciudad mercante gracias a su posición comercial que iba en curso directo al pantano. Donde se podian extraer valiosas pieles de bestias mágicas o esclavos gracias a los asentamientos de brujos.

Entre las personas que eran habitantes de pleno derecho ya sea por nacimiento o lealtad a Luznia. Un puñado de los presentes portaban cadenas en sus brazos y cuellos.

Algunos poseian grilletes y vestían ropas simples. Siendo sirvientes esclavos de uno que otro habitante de la villa, la población en general no poseía el oro suficiente para pagar un esclavo.

Pero las aldeas, villas y en especial ciudades. Tenían trabajos los cuales permitían costear mano de obra extra, varios de los brujos presentes eran músicos, otros servían la comida y bebida de los presentes.

Si bien era peligroso ya que podrían dañar a alguien y la gente les odiaba por naturaleza.

La guarnición local de 30 soldados estaba presente, la mayoría eran jóvenes y solo 8 eran veteranos de guerra.

Era raro llegar a viejo en una profesión donde se moría joven. Por lo que casi todos eran oficiales y solo uno de ellos soldado.

El vino, la carne y verduras. La música y el ambiente animado eran abrumadores. El jubiló solo creció cuando los elegidos para luchar por el imperio aparecieron, un total de 24 hombres caminaron en armaduras nuevas así como sus armas.

Habían llegado sus equipos de batalla proveedor por su país y por el emperador. Tras llegar a los escalones del templo, la multitud se quedó en silencio al mismo tiempo que 6 sacerdotisas salieron de la casa de los Dioses.

En dos filas de tres, se dividieron colocandose una delante de cada pilar. Cada uno represento a una deidad y a su ves, ellas representaban a los patrones de cada secta.

Algunas de las hermanas originales del templo habían enfermado, por lo que 3 de las 6 originales habían sido reemplazadas con sacerdotisas de la ciudad cercana de Cruzys.

Rojo, blanco, negro, azul, verde y marrón. Los colores de cada Dios y a la cabeza de ellas. Estaba el Padre Sacerdote. El emisario del panteón en esta pequeña villa que pronto prosperará aun más, a medida que se acercó al final podio.

Los elegidos se arrodillaron y una de las hermanas, la del Dios del agua. Patrón de esta villa, se acercó con una bandeja en la cual había un cuenco de plata con agua, una vela y un libro.

- ¡Hermanos y hermanas!

El viejo sacerdote miró feliz a su pueblo y alzo sus manos a la ves que la gente daba una reverencia a representante.