Capitulo 12: Huesos Rotos

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Por primera ves en 7 semanas, un raro evento ocurria en este dia y se pudo ver el sol.

La niebla del valle poco a poco se desvanecio o almenos esta se disolvía lentamente.

Permitiendo ver el extenso abismo en la tierra, rodeado de montañas y extensos bosques en su interior.

El una ves prospero territorios se encontraba en silencio y con un aire tenso mientras ella entrego las 5 cartas a sus subordinados.

Estos vieron las mismas y dudoso, el que estaba a la cabeza de los 5 mensajeros hablo.

- ¿Esta segura de esto?

Pregunto uno de los mas jovenes de entre sus "Soldados" y el mismo parecia asustado de está idea.

Avisar a los demas asentamientos que sobrevivieron quizas significaria dos cosas, que vendrian para refugiarse en Huesos Rotos o peor.

Lo saquearian ante el poco alimento que quedaba y seguramente matarian a todos.

Ante la desesperación, las personas dejaban ver sus rostros y revelaban su verdadera naturaleza.

La joven jefa, miro de forma seria a los 5 y éstos escucharon atentos sus palabras.

-Rynia: Avisen a todos los asentamientos cercanos y digan lo que ocurrio, quizas puedan enviar ayuda o se retiren al interior del valle. Necesitamos gente para reforzar la aldea y de ser posible un mercader vendrá pronto. En esta epoca viajan mucho.

Sus argumentos eran fuertes pero su vos suave, a diferencia de su padre muerto.

Ella no tenia la fortaleza de su vos o la mirada asesina de un guerrero. Era solo una joven aprendiz alquimista que ahora dirigia una aldea entera y tenia la vida de su gente en sus manos.

Los 5 jovenes brujos se miraron entre ellos y tras un segundo de silencio, bajaron sus cabezas ante ella y dijeron al unisono.

- Si jefa.

Los encapuchados montaron y se colocaron sus pañuelos negros, partiendo cada uno en direcciones opuestas y saliendo de la aldea.

Dejando a Rynia con sus dos soldados restantes detras de ella y esta, dejo escapar un suspiro de cansancio antes de que su cabello dorado se bailara con el viento.

A su alrededor, los aldeanos continuaban reconstruyendo sus hogares a medida que comenzo a caminar y ver todo.

La aldea a pesar de sus daños, podia ser el hogar de ellos un año mas. Despues mudarse o viajar a una villa de brujos seria mas facil, podrian prepararse en estos proximos meses o si cabia la posibilidad.

Quedarse y luchar por su hogar, aun que con menos de 100 guerreros. Eran poco mas que una burla a la definición de Ejercito y mas bien parecian una banda de asaltantes de caminos.

-Rynia: Quiero estas sola un momento, esperen aqui fuera o ayuden con la fosa.

Declaro viendo el lugar al cual no deseaba ingresar, una casa pequeña en la cuál quizas veria algo que la haria llorar.

No, lagrimas ya salían de sus ojos y ante el temblor de su cuerpo.

Uno de sus brujos hablo en un tono amable y gentil.

- Ya a sido sacado, el jefe alquimista nos ordeno llevarlo con el resto.

Sl escucharlo ella se paralizo y despues limpio el liquido que brotó de uno de sus ojos.

Seguido de esto asintio y iba a dar un paso, pero el otro brujo la detuvo con algo de miedo a esos dos.

- Je...Jefa....¿Que hacemos con el?

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