Capitulo 51: Fuera Del Valle

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Cuando llegaba la hora de los lobos. La destinada a solo aquellos valientes y osados aventurarse en la oscuridad.

Ella pudo ver el mundo bajo ellos, la luz de la luna iluminó el paisaje. Las montañas, bosques, ríos y lagos eran tan bellos como pequeños a esta altura.

Sus ojos le permitieron ver como si fuera de día, para ella era algo tan bello que no pudo evitar abrir un poco la boca y sentir el frío en su rostro.

Abrigada gracias a 2 prendas de tela gruesa dada por Rynia, su cuerpo pequeño estaba envuelta en lino negro cosido de forma simple.

Tenía un camisón pequeño, una tunica simple y finalmente los dos abrigos sobre si. También le habían dado unas botas pequeñas hechas por una mujer cuyos hijos ya eran demasiado grandes y un par de guantes qué sí bien los 4 de los 5 dedos estaban unidos.

Mantenían el calor de su cuerpo y evitaron que enferme. La pequeña elfa amarrada al torso de su amo vio algo que en toda su vida no imagino.

Pequeñas luces se podian ver en el mar bajo ellos, algunos asentamiento y fortalezas que estaban dispersos en la región.

Todos fuera de Valle Sombrio. Más allá de la cadena de montañas pequeñas que rodeaba el pequeño mundo donde vivía esa comunidad de brujos.

Aislados del gran y basto imperio qué poco a poco consumia el mundo a su alrededor. Mientras que su señor miro al frente, asegurándose de no cambiar la dirección y llegar a su destino.

Los ojos de iris purpura de la elfa miraron a la muerte, su amo y guardián. Un puñado de días atrás, le temía y ahora no podía permanecer lejos de el por mucho.

La niña sonrio y el noto que lo estaba observando, la miro con curiosidad.

-Ainz: ¿Como estas?

Se preocupo por ella al notar que la capucha se le había caído, se la coloco y redujo un poco la velocidad.

Viajar de noche con vuelo era la mejor opción para no ser vistos y recortar de forma rápida la distancia con su destino.

La mano de su amo le coloco la capucha y le acaricio la misma. Ella sonrio y respondió viendo fascinada el mundo de abajo.

-Ingrid: Es hermoso...

Ainz Ooal Gown contemplo este mundo y la belleza casi imperceptible. Recordó los libros de historia que leyó en la escuela sobre la naturaleza extinta de su mundo, los animales y ecosistemas perdidos a causa de la guerra.

La idiotas humana condenó a su mundo, provocando la muerte de todo y todos. Causando el lento deterioro de los humanos y la fusión con la tecnología para sobrevivir.

Siendo encerrados los últimos cientos de millones de humanos a domos de cristal metálico, viviendo en arcas que poco a poco se quedaban sin recursos y caian en la anarquía.

Esos recuerdos y más le hicieron entender en parte la belleza de la vida. Valorar este mundo y todo lo que tenia para ofrecer.

-Ainz: Tienes razón....Es hermoso...

Respondió a medida que noto que ya habían pasado almenos 2 horas desde que habian emprendido su viaje.

-Ainz: Ingrid...¿Tienes hambre? ¿Sed? ¿O necesitas algo?

La pequeña elfa amarrada a el nego con la cabeza y asintio en respuesta. Sosteniendo la misma velocidad que antes y viendo las montañas que cada ves estaban más cerca.

La cadena de estas era larga y ocupo casi todo el norte del imperio, siendo una fuente inagotable de metal según Bufon.

Si todo iba bien, quizás en 2 o 3 días llegarían. A pie tardarían incluso más y el tiempo era un lujo que no podía darse. Por lo que debía completar su misión pronto y regresar lo antes posible a Huesos Rotos.

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