Capitulo 10: La Muerte Roja

309 41 3
                                    

Uno piensa que la vida es justa, que los dioses velan por la justicia y paz de uno.

No existe mayor mentira que esa, creer que un ser omnipresente y todopoderoso te protege.

Solo para morir en una batalla sin más y que su dios o dioses no se hagan presentes.

No le protejan y le dejen a su suerte en este cruel mundo, desde ese día.

Aprendí una lección que otros nunca aprenden y jamás la olvide.

El aroma la sangre era algo que jamás pudo captar, hasta que los padres de ella la vendieron a ellos.

Se escuchaban los golpes por parte de las dos, la sangre en sus puños y rostros dejaban en claro la gravedad del enfrentamiento.

Golpe tras golpe, patada tras patada.

Ninguna cedió y las mordidas se podían ver en sus manos y antebrazos.

Nadie las detuvo, luchaban por sobrevivir y los 10 hombres lo sabían.

Los cadáveres de los otros 8 decoraban el círculo el cual ahora estaba lleno de sangre, sus cuerpos llenos de magullones, moretones y cortes así como mordidas eran visibles.

Estos daban fe de que estos 5 niños y 3 niños dieron todo de si por sobrevivir, sus fríos cuerpos estaban esparcidos por las baldosas de piedra.

Ahora solo quedaban ellas dos y solo una podía salir de este círculo hecho de cera roja.

Ambas estaban desnudas y no pasaban de los 7 años, eran pequeñas y débiles.

Por lo que se necesitaba una mayor cantidad de ataques para acabar con una enemiga y las dos lo sabían.

- ¡Muere! ¡Muere! ¡Muereeeeeee!

Grito la que estaba sobre la otra, sus golpes eran rápidos y concentrados.

Cabeza, cabeza, cabeza y más.

La menor estaba aturdida casi y resistía cuanto podía, por desgracia.

Su defensa había colapsado cuando dudo en golpearla, ahora era la que tenía la desventaja y por eso usó los dientes.

- ¡Aaaahhh!

La mayor fue mordida en su mano derecha, los dientes de su oponente se enterraron en su carne y ante esto.

Ella vio una oportunidad al notar que sujeto fuerte con su mandíbula, ella agarró de la frente a la menor y dejó caer su cuerpo sobre ella.

Estrellando la cabeza de su enemiga contra la piedra y esta quedando en blanco.

Los golpes regresaron y sus cabellos negro cubrieron su rostro a medida que uno finalmente habló.

- Corta una mano, quizás asi la otra pueda aguantar más.

Uno de los 10 sacó una hacha desde debajo de su túnica, la misma dejó un breve brillo metálico cuando se elevó.

Una niña sin una mano era muy débil, debería compensar su debilidad con esfuerzo.

Antes de bajar el hacha y detener la pelea, una mano sujeto el brazo del maestro y este volteo a ver.

- Esta me gusta.

Comento otra de las 10 figuras, todos con sus rostros cubiertos bajo sus capuchas rojas y viendo la batalla.

- ¡Aaaahh! ¡Aaaaahh!

La respiración de ella era pesada a medida que vio a su oponente en el suelo y sin poder moverse.

Su cuerpo estaba exhausto tras horas de pelea y haber acabado ambas con varios de los otros.

Tenia su cuerpo desnudo lleno de sangre seca y sudor, había usado todo de si para resistir y ante sus esfuerzos.

Overlord: El Rey De Los Brujos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora