El despreciado y sombrío shou renació. Dong Shi Niang.

Capítulo 105. Solsticio de Invierno (6).

Capítulo 105. Solsticio de Invierno (6).

La flecha que venía por detrás fue bloqueada por el sello imperial, pero la que dio en mi hombro lo atravesó completamente. Un dolor punzante se extendió desde mi hombro por todo mi cuerpo. Caí hacia adelante por el dolor, pero sabía que no podía caerme del caballo, así que me aferré con fuerza a su cuello a pesar del dolor intenso.

El caballo, asustado, galopó velozmente, con las ramas golpeando mi rostro, y varias veces casi me caí de su lomo.

━━ ¡Mi señor!━━ se escucharon las voces de Song Nan y los demás a mi lado.

Justo cuando iba a decirle a Song Nan que, si yo moría aquí, tampoco podía dejar que el sello imperial cayera en manos del príncipe heredero, noté que el dolor en mi cuerpo comenzaba a disminuir gradualmente.

Sin embargo, no tuve tiempo de pensar en por qué sucedía esto, y me esforcé por enderezarme, apretando con fuerza las piernas contra el vientre del caballo.

━━ Estoy bien, no se preocupen por mí.

Pero en el siguiente instante, mi caballo se levantó repentinamente sobre sus patas delanteras, lanzándome al suelo.

━━ ¡Mi señor!

━━ ¡Noveno príncipe!

Detrás había una lluvia de flechas, a los lados cascos de caballos, y lo peor era que el paquete que contenía el sello imperial se había desatado en ese momento. No me importaba nada más, solo sabía que debía abrazar el sello contra mi pecho. En el momento en que lo abracé, vi los cascos elevados del caballo a punto de caer sobre mí.

En el pasado, seguramente habría cerrado los ojos por miedo, pero ahora no podía actuar como antes. En una fracción de segundo, abracé el sello y rodé rápidamente hacia un lado.

Pero en ese momento, uno de los hombres del príncipe heredero también nos alcanzó, estaba cubierto de sangre, no se sabía cuántas personas había matado antes, y al verme en el suelo, empuñó su espada inclinándose para cortarme.

En ese mismo instante, agarré una flecha caída cercana y la clavé con todas mis fuerzas en su pecho.

Cuando lo atravesé, algunas gotas de sangre salpicaron mi rostro. El hombre abrió los ojos de par en par, su rostro se deterioró rápidamente y cayó del caballo.

Cuando cayó, me di cuenta de que también tenía una flecha en la espalda, muy cerca de donde yo lo había apuñalado.

El hombre cayó junto a mí, con los ojos abiertos, sus pupilas negras como aterradores ojos de pez, mirando en mi dirección.

Mi mano que sostuvo la flecha comenzó a temblar involuntariamente.

Niu Xi y Song Nan ya habían dado vuelta a sus caballos para rescatarme, ambos se inclinaron y extendieron sus manos, me mordí los labios y me esforcé por alcanzar la mano de Niu Xi, quien me subió al caballo con su fuerza.

El sonido de las flechas detrás de nosotros se fue alejando gradualmente, y yo seguía abrazando el sello imperial sin atreverme a soltarlo. No sé cuánto tiempo pasó, solo sé que cuando nos detuvimos, hacía mucho que no se oían perseguidores cerca.

━━ Noveno príncipe, debemos tratar sus heridas ahora━━ dijo Niu Xi.

Nos refugiamos temporalmente en una cueva, y poco después de desmontar, el caballo que yo había estado montando se desplomó repentinamente.