Capítulo 45: Los Nuevos Habitantes del Playcare

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Perspectiva de Leith Pierre, jefe de Playtime Co.

El zumbido de las cámaras en mi oficina era una constante que ya ni siquiera notaba. Mirar los monitores se había convertido en un hábito, casi una extensión de mi rutina diaria. Hoy, por suerte, no había mayores problemas: los apagones y fallos eléctricos recientes habían sido resueltos, y aunque se perdieron algunos juguetes en el proceso, las pérdidas eran mínimas considerando lo que podría haber pasado.

(Si no mames ¬¬ )

Sin embargo, el maldito Prototipo, el experimento 1006, seguía siendo un problema. Ese engendro continuaba escondido en alguna parte de la fábrica, acechando en las sombras como un depredador paciente. A pesar de esto, la situación dentro de la fábrica estaba relativamente bajo control, en gran parte gracias a Catnap, el experimento perfecto.

Mientras revisaba las cámaras, observé el Playcare, donde los niños jugaban y estudiaban bajo la vigilancia de los Smiling Critters y otros experimentos amigables. Todo parecía en orden, excepto por una figura que me llamó la atención: Baba Chops, quien, como de costumbre, se escondía de los niños.

Baba siempre había sido un caso peculiar. Sabía que era tímida, y su comportamiento retraído durante el día no me molestaba. Pero lo que realmente me intrigaba era su transformación durante la noche. En esas horas, la tímida ovejita se convertía en alguien completamente diferente: segura de sí misma, cercana a Catnap y los demás experimentos, hablando con naturalidad sin tartamudear. Esto me hacía reflexionar sobre el impacto que Catnap tenía en los demás.

"El experimento perfecto", pensé con satisfacción.

Mi reflexión fue interrumpida por el sonido de la puerta de mi oficina abriéndose. Un científico entró, cargando una carpeta y con una expresión de urgencia en su rostro.
—Señor Pierre —comenzó—, ¿ha tomado una decisión sobre enviar al resto de los Nightmare Critters al Playcare?

Me giré hacia él, con las manos entrelazadas sobre el escritorio.
—Sí, los enviaremos. Pero no todos al mismo tiempo.

El científico pareció aliviado, aunque su expresión cambió al escuchar lo que dije después:
—Primero enviaremos al resto de los Nightmare Critters. Quiero ver cómo Catnap maneja este nuevo desafío antes de tomar una decisión sobre Yarnaby y Piano Saurus.

—¿Está seguro? —preguntó el científico, claramente preocupado—. Los Nightmare Critters son... bueno, complejos.

Levanté una ceja, molesto por su falta de confianza.
—¿Dudas de Catnap? Porque yo no. Si alguien puede mantenerlos bajo control, es el.

El científico asintió rápidamente, demasiado nervioso para responder algo más. Salió de la oficina sin decir nada más, dejándome solo con mis pensamientos y las imágenes de las cámaras.

Volví a centrar mi atención en Baba, quien ahora estaba sentada en un rincón del Playcare, lejos de los niños. No podía evitar sonreír al notar cómo Catnap se le acercaba, probablemente para animarla como siempre. Catnap era más que perfecto; era un líder natural. Y ahora, con la llegada de los Nightmare Critters, demostraría una vez más por qué era el corazón de Playtime Co.

En el Playcare (Perspectiva General)

Esa noche, el ambiente era más animado de lo habitual. Todos los experimentos estaban reunidos en la sala principal, compartiendo historias, bromas y algo de caos controlado.

—¡Baba, ven aquí! —gritó Boxy Boo, ondeando su bufanda de cuadros como si fuera una bandera.
Baba, aunque aún tímida, se acercó lentamente, sonriendo de manera insegura.

—No la presiones, Boxy, o te haré tragar esa bufanda de una vez por todas —amenazó Mommy Long Legs, su voz cargada de sarcasmo.

Boxy Boo se burló, como siempre.
—¿Oh, sí? ¿Y qué harás? ¿Tejerme una trampa?

—Cállate, chatarra ambulante —intervino CraftyCorn, rodando los ojos—. Siempre tienes que ser el centro de atención.

Mientras tanto, Catnap observaba la escena con una sonrisa divertida. Era parte de su rutina mantener el orden en el grupo, incluso cuando eso significaba lidiar con los insultos constantes entre los experimentos.

Sin embargo, la tranquilidad se rompió cuando las puertas principales del Playcare se abrieron. Lía, que había estado revisando algunas cosas cerca de la entrada, miró hacia las puertas con curiosidad.

—¿Qué pasa? —preguntó Huggy Wuggy, levantándose de inmediato.

En el umbral aparecieron varias figuras. Eran los Nightmare Critters, liderados por el imponente Simon Smoke. Su figura envuelta en humo llenó la entrada, y detrás de él se encontraban Icky Licky, Rabie Baby, Allister Gator, Poe, Touille y Maggie Mako.

La sala quedó en completo silencio. Baba se escondió inmediatamente detrás de Catnap, temblando visiblemente.

—Vaya, vaya... así que este es el famoso Playcare —dijo Simon Smoke con una voz profunda y burlona. Su humo se extendió por la habitación, llenándola con una atmósfera pesada.

Boxy Boo fue el primero en hablar, por supuesto.
—¿Qué demonios? ¿Un espectáculo de niebla en pleno Playcare? ¡Qué original!

Mommy le dio un codazo para que se callara, pero Simon solo rió.
—Me gusta este lugar. Espero que sea... interesante.

Catnap dio un paso al frente, plantándose con confianza frente al grupo.
—Si están aquí, sigan las reglas. No queremos problemas.

Rabie Baby, con sus movimientos espasmódicos, se rió entre dientes.
—¿Problemas? No nos interesan tus malditas reglas, gatita.

Antes de que la tensión aumentara, Lía intervino, posicionándose al lado de Catnap.
—Si van a quedarse aquí, tendrán que adaptarse. Nadie está por encima de las reglas, ni siquiera ustedes.

La mirada de Simon Smoke se encontró con la de Catnap, y por un momento, el aire se volvió aún más denso. Sin embargo, el dragón finalmente sonrió.
—Está bien. Veamos si este lugar está a la altura de nuestra reputación.

Y así, los Nightmare Critters entraron oficialmente al Playcare, marcando el inicio de una nueva etapa llena de desafíos, conflictos y, sin duda, caos.

La oportunidad de ¡CATNAP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora