Capítulo 57: Sospechas Entre las Sombras

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Perspectiva de Catnap

Siendo honesto, nunca pensé que llegaría a este punto. Mommy Long Legs y yo... bueno, somos pareja ahora. Sí, lo sé, parece surrealista, pero todo sucedió más rápido de lo que pensé.

Flashback

Estaba frente a ella, sintiendo cómo mis patas temblaban. Me incliné un poco, intentando mantener la compostura, y le dije:
—Mommy, ¿quieres ser mi novia?

Por un segundo, pensé que el mundo se detendría. Su expresión era de sorpresa absoluta, como si hubiera visto un fantasma. Pero luego, con una sonrisa cálida, extendió sus largos brazos elásticos y me envolvió en un abrazo.
—Claro que sí, Catnap.

Fue el momento más feliz de mi vida.

Fin del Flashback

Ahora aquí estábamos, juntos, observando a todos los demás. Bobby BearHug, Bubba Bubbaphant, CraftyCorn, DogDay, Hoppy Hopscotch, KickinChicken, PickyPiggy... la lista seguía. Incluso los personajes más excéntricos, como Boxy Boo con su bufanda de cuadros rojos y blancos, estaban aquí.

Nos felicitaron todos, pero los más entusiastas fueron Poppy, Lía, Bobby y Baba Chops.
—¡Al fin! Ya era hora de que alguien hiciera algo romántico por aquí —bromeó Baba, mientras reía de manera exagerada.

Todo parecía tranquilo, una rara sensación en el Playcare. Sin embargo, no tardé en notar algo extraño: Lía se alejó del grupo, como ya era costumbre.

—Eso pasa todo el tiempo —me comentó DogDay en voz baja—. A veces necesita estar sola.

—¿Sola? ¿Por qué? —le pregunté, arqueando una ceja.

—No lo sé, hermano. Pero últimamente se comporta raro.

La curiosidad me picó. Así que le propuse a Mommy y a Baba que fuéramos a echar un vistazo. Aunque DogDay se quedó atrás, nosotros nos movimos con cuidado, tratando de no ser vistos.

Allí estaba Lía, mirando a todos lados, como asegurándose de que nadie la estuviera observando. Luego sacó algo de su bolsillo: una carta.

¿Y qué hizo después?
¡La abrazó! ¡Sí, abrazó una maldita carta!

—Aquí hay gato encerrado —murmuró Baba, cruzando los brazos.

La miré con una expresión de ¿En serio?, y Mommy me puso una mano en el hombro.
—No es nuestro problema. Dejemos que tenga su momento.

—Supongo que tienes razón —respondí, aunque no podía evitar sentir curiosidad.

Nos retiramos silenciosamente, pero cuando regresamos al grupo, Boxy Boo se nos acercó con esa expresión suya que nunca podía descifrar.
—Oigan, ¿no creen que Lía se comporta raro últimamente? —preguntó, con su voz grave pero calmada.

Baba fue la primera en contestar, como siempre:
—¡Rarísima! La vi abrazando una carta. ¿Quién demonios abraza una carta?

Boxy ladeó la cabeza.
—Interesante. ¿Creen que tenga algo que esconder?

Mommy intervino, tratando de calmar las cosas.
—Todos tienen sus secretos, ¿no? No creo que sea algo malo.

—¿Y si lo es? —insistió Baba, cruzando los brazos—. ¿Y si está metida en algo peligroso?

Rodé los ojos.
—Mira, Baba, no podemos andar metiéndonos en los asuntos de todos. Si ella quiere hablar, lo hará.

Boxy Boo parecía pensativo, lo cual me ponía nervioso.
—Quizás deberíamos vigilarla un poco. No de manera obvia, solo por seguridad.

—¿"Seguridad"? —me burlé—. Seguro, Boxy el protector de cartas misteriosas.

Pero mientras el grupo discutía, no podía sacarme la imagen de Lía abrazando esa carta de la cabeza. Había algo extraño allí, algo que no encajaba.

Y aunque no lo admitiera, sabía que eventualmente tendríamos que descubrir qué estaba ocurriendo.

Lía, mientras tanto, seguía sosteniendo la carta en su pecho, con una sonrisa tranquila en su rostro. Si hubiera sabido que éramos testigos, probablemente no habría reaccionado de esa manera. Pero por ahora, su secreto seguía a salvo.

La oportunidad de ¡CATNAP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora